"Un ataque como el del jueves no puede volver a suceder", señaló ayer un representante sindical en Arcelor. Los ojos de todos los trabajadores están puestos ahora en la falta de seguridad en las instalaciones. "Desde hace tiempo venimos viendo cómo entran los ladrones para llevarse material. Lo que no había pasado es que a uno de los nuestros lo agredieran y le amenazasen hasta con una cizalla. Nadie va a trabajar para que le maten", denunció el mismo representante en referencia al hecho del jueves pasado: un ladrón pillado "in fraganti" que golpeó a un operario de Baterías para después huir espantado por los compañeros de la víctima. Este hecho estará en el orden del día del próximo comité de empresa de Arcelor en Avilés y, asimismo, en el comité de seguridad.

Los sindicalistas son conscientes de que el problema de los robos "tiene difícil solución". Saben que la empresa ha incrementado la seguridad (incluidos drones). "Al dinero perdido cada día ahora se suma la inseguridad", concluyeron.