El pasado septiembre, el Ayuntamiento de Castrillón convocó un concurso de escultura de homenaje al surf y al pionero Félix Cueto Ramos. Se presentaron 34 personas. El jurado eligió al artista castrillonense Mario García Fernández: presentó una maqueta de una figura estilizada de un hombre que carga con una tabla de surf clásica. El proyecto galardonado por un jurado compuesto por la alcaldesa, Yasmina Triguero; el concejal de Cultura, Enrique Tirador; el promotor del "Salinas Longboard Festival", Pepe Hevia; la directora del Museo Antón, Dolores Villameriel; el escultor Herminio, Arabela Mediavilla, vinculada al surf; y el coleccionista Jaime Sordo guarda semejanzas "evidentes", según el Instituto de Arte Contemporáneo y la Asociación de Artistas Visuales, con la conocida pieza "El hombre que camina", del escultor suizo Alberto Giacometti, coetáneo de Picasso o Miró.

"¿Cómo han admitido esto?", se preguntó Consuelo Vallina, que es la presidenta de la Asociación de Artistas Visuales de Asturias y de la Unión de Artistas Visuales de España. "El jurado se ha equivocado, me da igual quién haya formado parte de él", señaló. Luis Feás, delegado en Asturias del Instituto de Arte Contemporáneo (IAC), fue al grano: "Es 'El hombre que camina' con una tabla de surf. Parece que de un concurso como este sólo podría salir un horror. El Ayuntamiento valida con dinero público un mal plagio", destacó Feás.

Enrique Tirador, el concejal de Cultura, defendió la decisión del jurado del que él mismo formaba parte: "El arte a lo largo de la historia está lleno de referencias y esta pieza las tiene a Giacometti", reconoció el responsables político castrillonense. "En la reunión del jurado salió este asunto, pero consideramos que era la mejor. Giacometti no esculpió nunca una pieza como la premiada", añadió Tirador. El primer requisito de esas bases es "ser original e inédita".

La pieza de Mario García Fernández tiene 1,9 metros de altura, 1,8 de ancho y 0,75, de profundidad. La producción de la obra se tiene que concluir antes de que termine el próximo mes de marzo para, inmediatamente, proceder a inaugurarla. La obra será de acero cortén y se ubicará en la plaza que separa el paseo de Salinas de la calle de Pablo Laloux. Se lleva 10.000 euros menos las retenciones. Este dinero viene del propio Ayuntamiento y de la empresa Asturiana de Zinc.

"Llevamos la tira de tiempo diciendo que los jurados de los concursos deben ser competentes y profesionales. ¿Lo son acaso los políticos?", se preguntó Vallina. "Algo se ha hecho mal en este proceso y me da que el concejal de Cultura ha hecho mucho para que esto fallara", apostilló Luis Feas. "No conozco al autor del proyecto. Voy a cómo se eligen estas cosas", añadió Vallina sin salir de su asombro por los parecidos entre las dos piezas: la clásica y la futura.