El Angulero estuvo a punto de no poder llegar, el día de Nochebuena, a La Arena. Las obras de mejora en la rula dejaron sin sirena a los vecinos para convocar su presencia. Por ello, los más pequeños optaron por hacerle señales desde el muelle con grandes banderolas y así guiar sus pasos hasta el lugar que le vio nacer hace ya una década. La cabalgata del Angulero volvió a ser un año más multitudinaria y congregó a niños y mayores de todos los puntos de la región e incluso de fuera de Asturias, como Tenerife, León o Valencia.

Una vez que el personaje pisó tierra, fueron los propios pequeños los que le escoltaron hasta el centro de interpretación "Puerta del Mar". A su lado iba también "Lolina la rulera" . Tras dirigirse a los presentes desde el balcón, hubo lanzamiento de fuegos artificiales y, a continuación, comenzó la atención a los pequeños de la casa. Recibieron, de regalo, un revoltijo y un pase anual al Acuario de Gijón.

El Angulero estaba de aniversario y por ello recibió también un libro de regalo por sus diez años de vida en el imaginario navideño. Lo realizaron los alumnos del colegio Ventura Paz, de La Arena. La asociación "Garabuxada", promotora de la historia, quiere convertir la cabalgata en Fiesta de Interés Turístico Regional. Uno de los requisitos es que la iniciativa acumule, al menos, una década de existencia. Por ello tienen previsto iniciar los trámites y hablar con el Ayuntamiento de Soto del Barco para ir juntos de la mano. Por el momento, el Angulero volvió al mar de los Sargazos a la espera de una nueva Navidad.