La ciudad recibió 2019 a ritmo de valses, polkas, fragmentos de zarzuela y marchas gracias al concierto de Año Nuevo que ofreció la Orquesta Sinfónica de Avilés en el Palacio Valdés. Ante un teatro abarrotado de público, la gala también contó con la participación de la mezzosoprano Marina Pardo y Priscila Ortiz, bailarina avilesina formada en la Royal Academy of Dance de Londres. Dos propinas despidieron la actuación, dedicada al exalcalde Manuel Ponga, fallecido hace dos días: "Hay que sembrar en Navidad", de Alejandro Fernández, con arreglos de Rubén Díez, y la popular "Marcha Radetzky".

Al inició del encuentro, el director Iván Cuervo ofreció unas palabras para recordar al ex alcalde, bajo cuyo mandato nació la escuela municipal de música, germen del actual conservatorio. Asimismo, indicó que durante su tiempo como primer edil se tomó la decisión de recuperar el Palacio Valdés. Al dejar de manifiesto la afición y el apoyo de Ponga por la música, afirmó que en el coliseo había ayer una butaca vacía, la que tenía pensado ocupar el político al igual que en el concierto del año pasado.