"Hay que leer, ser solidarios, compartir y disfrutar", señaló el rey Melchor desde el balcón del Ayuntamiento de Avilés dirigiéndose a una plaza abarrotada. Gaspar recomendó a los niños un cuento antes de dormir y Baltasar insistió en la necesidad de compartir y de "portarse bien". Todo después de más de dos horas de cabalgata en la que la animación a la lectura ocupó un gran espacio. Y es que los cuentos son claves para dejar volar la imaginación.

Un Geppeto gigante controlaba una marioneta de Pinocho mientras Pepito Grillo danzaba entre los asistentes. Los cuentos son los regalos preferidos del pequeño Roberto Suárez, que pidió libros de aventuras y rescates, como en los que protagonizan los Bomberos de Asturias, que por primera vez participaron en el colorido desfile avilesino. Una veintena de efectivos no quiso faltar a su cita con la ilusión y la fantasía.

Aliatar abrió la cabalgata a lomos del caballo "Jartum", natural de Pravia. Mientras David Menéndez Ibáñez y su hermana Olaya no perdían detalle. Un grupo de niños vestidos de cartas a los Reyes continuó un multitudinario desfile. Estrellas de luces y traviesos caballos animaban al público al ritmo que marcaban los tambores que tocaban los miembros de las cofradías de Semana Santa.

Todo era mágico y las caras de los niños lo expresaban cada vez que veían pasar a un rey con su carroza. "Pido a Melchor que cure a mi hermanín, que no pudo venir a verle", señalaba el pequeño Manuel Pérez. Vanessa Garrido estaba preparada para coger caramelos, compró un paraguas, le dio la vuelta y consiguió infinitos dulces. Aitana y Lucas Cos pidieron una Barbie y un juego de la Patrulla canina.

Abrigados hasta el cuello, los pequeños saludaban a los Reyes "Mira, ese es Gaspar, el mío", señaló Patricia Martínez. A su lado, Maika Álvarez tenía claro que quería una Nintendo. Los zancudos y el fuego, los regalos luminoso de la escuela de baile Teresa Tessier, el club Valoe, la gimnástica de Versalles y más tambores, todo para recibir a Baltasar y su cortejo, formado por buena parte de la asociación de africanos, que animaron con música y bailes la cabalgata. Los caramelos volaban mientras los más pequeños intentaban coger el mayor número posible.

La seguridad estaba garantizada. Los bomberos estaban preparados con varios vehículos, el legendario Mofletes y hasta la unidad canina con los perros "Kira" y "Black" y, por supuesto, "Perico", su mascota. Camiones cargados de regalos y también de carbón desfilaron desde El Quirinal hasta El Parche, donde el actor y presentador Alberto Rodríguez hizo de maestro de ceremonias. La banda de música de Avilés también participó en la fiesta de los más pequeños. Iyán González pidió unas botas de Messi para soñar que juega como el astro argentino. Andrea Rodríguez hizo lo propio con un kit de arte y María González quería un muñeco. Todo era ilusión e imaginación y ganas de abrir los regalos tras una intensa cabalgata en la que los niños soñaron con cuentos para leer y mantener viva su imaginación e ilusión.