El azul de la bandera de Asturias y el amarillo de las camisetas contra el cierre de Alcoa tomaron ayer el madrileño paseo de la Castellana. Más de mil personas secundaron la movilización convocada por los sindicatos ante el Ministerio de Industria para exigir una solución de continuidad para las fábricas alumineras de Avilés y La Coruña. El tiempo se agota. En seis días, finaliza el periodo de consultas del ERE que anunció la multinacional americana hace dos meses. "Alcoa no se cierra", "Fuera yanquis, pandilla de mangantes", "Energía, solución", "Échale huevos, Pedrito, échale huevos", y "Ministra Maroto, no nos vendas la moto" fueron los mensaje más coreadas por los manifestantes, que llegaron a cortar durante unos minutos la gran arteria de la capital.

La marea amarilla, equipada con 250 banderas de Asturias, enfiló la Castellana hacia el Ministerio de Industria pocos minutos antes de las 11.30 horas, tras desembarcar en el aparcamiento del Santiago Bernabéu los quince autobuses que movilizaron el comité de empresa de la fábrica, sindicatos y ayuntamientos de la comarca avilesina.

En la protesta se vivieron momentos de tensión, el primero nada más llegar la cabecera de la protesta ante el Ministerio de Industria. Ésta rompió el cordón policial e intentó acceder a la sede del departamento de Reyes Maroto, que en esos momentos se encontraba en un acto en Andalucía. El subdirector de Industria y el jefe de gabinete del secretario general de Industria acabaron recibiendo a representantes del comité de empresa de Avilés. Consiguieron arrancar una reunión a primera hora de la tarde con el secretario general de Industria, Raúl Blanco, "para explicarle de primera mano cómo está la situación".

"No tenemos tiempo, el 15 de enero está ahí. El Gobierno tiene capacidad legislativa y económica para encontrar una solución (a la continuidad de la actividad en Alcoa) hasta que el Real Decreto para la industria electrointensiva esté terminado", incidió Daniel Cuartas, portavoz de UGT en el comité de empresa. El presidente, José Manuel Gómez de la Uz (CC OO), reiteró que Alcoa "necesita algo más" que ese Estatuto sobre la industria aún por desarrollar. "El Gobierno no puede dejar que Alcoa se cierre. Con el tipo de fábrica que tenemos, no nos podemos permitir parar las cubas y arrancarlas de nuevo", apuntó.

Los trabajadores volvieron a sentir el apoyo de la sociedad. En torno a un millar de asturianos viajaron a Madrid, un día laborable, para arropar a la familia aluminera. La espera se está convirtiendo en agonía para muchos. Pero no pierden la esperanza. "El apoyo es bestial, incluso gente que no tiene nada que ver con Alcoa está aquí hoy. No se puede pedir más", añadió De la Uz.

Decenas de agentes de la Policía Nacional velaron por que la protesta no pasara a mayores, pero no consiguieron evitar que asturianos y gallegos (también viajaron a Madrid tres autobuses procedentes de La Coruña y San Ciprián) acabasen cortando durante unos minutos la Castellana al tráfico. "¿Cómo vamos a venir a Madrid a protestar y no cortar la Castellana?", planteaban los primeros que se echaron al vial más conocido de la capital de España.

La protesta contra el cierre de Alcoa toma Madrid: "Al Gobierno se le acaba el tiempo"

La protesta contra el cierre de Alcoa toma Madrid: "Al Gobierno se le acaba el tiempo"