El exdirector del Centro Niemeyer, el asturiano Natalio Grueso, se estrenará finalmente como dramaturgo a pocas fechas de que empiece el juicio por su gestión en el centro cultural. Ha adaptado para la escena la "superreconocida" novela titulada "El coronel no tiene quien le escriba", del premio Nobel colombiano Gabriel García Márquez. Este espectáculo está programado mañana, viernes, en el auditorio del palacio de Congresos de Huesca. Lo dirige el cineasta oscense Carlos Saura, el creador de obras maestras como "Mamá cumple cien años" o "¡Ay, Carmela!". Juan Diego es el protagonista absoluto del montaje que se centra en la peripecia de un viejo coronel empobrecido y olvidado que fía su esperanza de un futuro mejor a una pensión prometida por el Estado para el que ha servido con entereza durante la Guerra de los Mil Días, un conflicto civil que enfrentó en Colombia a liberales y conservadores colombianos entre 1899 y 1902.

Se da la circunstancia de que uno de los motivos aducidos por la defensa de Natalio Grueso para que saliera de prisión provisional -este pasado otoño- fue, precisamente el compromiso del exdirector del Niemeyer con el montaje que echa a andar mañana. Grueso afronta en el juicio once años de cárcel. La orden de cárcel se emitió después de que la administración judicial no hubiera podido citar al dramaturgo para la vista que se tenía que haber desarrollado a fines de septiembre.

La relación entre Saura y Grueso viene, al menos, de cuando este dirigía el Niemeyer. Encargó al cineasta la producción de "Luz", la primera exposición montada bajo la cúpula del complejo cultural de la ría. La muestra se inauguró en abril de 2011 y estuvo abierta hasta septiembre de aquel mismo año. Antes de eso, Saura participó en un debate con otro cineasta -Wim Wenders-, en la sala de mayor aforo de los antiguos cines Marta.

La relación de Grueso con el teatro, hasta la fecha, había sido como programador cultural. Dirigió los teatros municipales de Madrid -incluido el Español- cuando presidía el Ayuntamiento de la capital Ana Botella. Relevó en su cargo a Mario Gas. Fue el responsable de varios montajes consecutivos de obras de teatro de otro premio Nobel: Mario Vargas Llosa. Algunas de estas versiones se vieron en Avilés, incluso en el Centro Niemeyer, que dejó de dirigir coincidiendo con el triunfo electoral de Francisco Álvarez-Cascos. Grueso entonces se pasó a la novela. Comenzó con "La soledad" (Planeta), "una obra delicada, hermosa y conmovedora cuya lectura me ha llegado al corazón", en palabras de Paulo Coelho, que también pasó por Avilés gracias al Niemeyer.