En 1989, en Avilés, se formó la cooperativa Pablo Iglesias con 89 socios. La sociedad estaba vinculada al sindicato UGT. Adquirió dos fincas en las antiguas campas del Quirinal con el fin de desarrollar en ese lugar 100 viviendas que, andando el tiempo, se quedaron en 36 chalets y fuera del control de los antiguos cooperativistas.
Los 89 propietarios de las fincas, según su propio punto de vista, decidieron, tras muchos avatares legales, vender a una agencia inmobiliaria avilesina sus derechos de edificación. "Sin embargo, aún no ha abonado todo les debe", señala el abogado del colectivo de demandantes, Fernando Prendes.
Este próximo lunes, la agencia y los 89 antiguos cooperativistas se verán las caras en el Palacio de Justicia de Avilés. "Les reclamamos una deuda en torno a veinte millones de pesetas, es decir, poco más de 118.000 euros", añade el letrado, promotor de un pleito que echó a andar en 2017.
La cooperativa Pablo Iglesias se desarrolló en los años ochenta por toda España. En Asturias: en Oviedo, Gijón y las cuencas. Según el letrado de los 89 demandantes, en Avilés el colectivo adquirió solares que están "ahora en la zona más rica de la ciudad". Según los cooperativistas, la edificación de esos solares estuvo vinculada a la aprobación de un Plan General Urbano "que no terminaba de salir".
Esta fue la razón por la cual contactaron con la agencia inmobiliaria. "Compró los solares a los 89 propietarios de la cooperativa por 50 millones de pesetas. Pagó 25 de golpe y dijo que el resto lo abonaría en cuanto terminase la obra. Pasó el tiempo y cambiaron las 100 viviendas en altura, es decir, los pisos, por chalés. Pero nunca terminaba de venderlos todos. El tiempo pasó hasta que en 2014 reuní a los cooperativistas. Me indicaron que les seguían debiendo dinero. En 2015 la agencia pagó 40.000 euros que debía. Pero ya no más", concluye el abogado.
