El plan social que la multinacional del aluminio presentó ayer solo recoge una solución para el 30 por ciento de la plantilla. "Al resto del personal le ofrece el despido", recalcaron desde la comisión negociadora. Por eso, "rechazamos la propuesta".

Los sindicatos "exigen a la empresa un mayor compromiso en la búsqueda de una alternativa al cierre". Por esta razón, propuso a la compañía que "entregue al Gobierno la cantidad que tiene previsto desembolsar" para despedir al 70 por ciento de sus empleados. Y, además, "la titularidad de las dos empresas". Desde la comisión negociadora se entiende que "sin presión, y sin Alcoa, el Ministerio de Industria podría encontrar otro productor que se haga cargo de las dos plantas, junto a los gobiernos autonómicos y a los sindicatos".

La federación de industria de USO, por su parte, señaló que la propuesta de Alcoa es "a todas luces inaceptable por parte de la representación de los trabajadores", hasta tal punto, que la rechazaron "de forma contundente", apuntó Alberto Grijalbo, secretario del comité de empresa de Alcoa-Avilés y secretario general de la sección sindical de USO en Alcoa.

"Pretenden que antes del 15 de enero firmemos un acuerdo en el que condenemos al despido a dos tercios de la plantilla de Avilés sin ningún tipo de garantía de que esos despidos se reviertan y coartando la defensa legal de esos trabajadores", continuó Grijalbo.

La compañía considera que su propuesta garantiza "la continuidad de un número importante de puestos de trabajo, y el apagado ordenado de las cubas activas de las líneas de electrólisis para que queden en las condiciones óptimas para su re-arranque".