El nuevo mapa pastoral en el Arciprestazgo de Avilés ya va tomando forma y en su éxito tienen la misma importancia tanto el trabajo de los sacerdotes como el de los laicos que colaboran estrechamente con las parroquias. Por el momento, están en marcha varias unidades pastorales, como la de Villalegre y La Luz, la del Pozón y Llaranes y la de Salinas, y este año será el turno, al menos, para las de Piedras Blancas; la de Pillarno y San Martín de Quiloño y la unidad pastoral de Luanco y Bañugues. Vicente Pañeda, el arcipreste de Avilés, anunció que ya se establecerá también la hoja de ruta para que las unidades pastorales del centro de Avilés sean una realidad y para ello habrá un protocolo de actuación. "Estamos empezando además la sensibilización en la zona rural", dijo.

Pañeda, junto con Jesús Emilio Menéndez, vicario territorial de Avilés-Occidente, explicó ayer a los consejos pastorales de las parroquias de la comarca de Avilés y de Pravia los cambios previstos durante un encuentro en la iglesia de San Juan de Ávila. "El mapa pastoral se abre y pide de nosotros tolerancia, flexibilidad y capacidad de trabajo en equipo. Esta decisión no es un capricho de nadie sino signo del cambio de los tiempos", aseguró Pañeda. Menéndez, por su parte, afirmó que las unidades pastorales pretenden la colaboración de toda la comunidad: "Supone pasar de una iglesia en la que el cura tiene la llave del templo a una iglesia más corresponsable, en la que todos colaboren en los proyectos de evangelización. No podemos seguir encerrados en las rutinas".

Menéndez fue el encargado de exponer cómo queda el mapa pastoral a los asistentes. "Siempre es revisable", aseguró. Avilés centro estará compuesto por cuatro unidades. La primera, formada por las parroquias de San Cristóbal, Miranda, La Carriona, Raíces, La Maruca, el cementerio de La Carriona y la capellanía de la Residencia de ancianos. La segunda, con San Agustín, La Magdalena y Versalles, mientras que la tercera la conforman San Nicolás de Bari y San Antonio de Padua. Finalmente estará la unidad de Santo Tomás y Virgen de las Mareas, que quedará como santuario en un futuro. "Ese reparto no implica que las unidades del centro no tengan proyectos pastorales comunes", indicó el vicario.

En el área de Avilés este y Corvera habrá cuatro unidades: la de Villalegre, La Luz y la ermita de La Luz; la de El Pozón y Llaranes; la de Trasona, Cancienes, Solís y los Campos, y la de Las Vegas, Molleda y Villa. En total, cinco sacerdotes más los equipos laicos respectivos.

Castrillón e Illas están englobados en el mismo plan y, además, bajo él queda vinculada la atención al Hospital San Agustín. Hay una unidad pastoral con Pillarno, San Martín de Quiloño y las parroquias de Illas; otra con Salinas, Bayas, Naveces y Santa María del Mar, y otra con Piedras Blancas y San Martín de Laspra. Contarán también con cinco sacerdotes.

El concejo de Gozón tendrá dos uniones pastorales y dos sacerdotes: una formada por Luanco, Bañugues y Verdicio y otra con Laviana, Ambiedes, Cardo, Podes y Vioño. En la zona de Pravia habrá seis unidades, entre ellas las que afectan a Soto del Barco. Una con La Arena, La Corrada y Ranón y otra con las parroquias de Soto del Barco y Riberas. "En un futuro a medio plazo quedarían en tres unidades pastorales", avanzó Menéndez. En lo que afecta a la comarca, quedaría bajo una misma unidad las parroquias de Soto del Barco, La Arena y Muros del Nalón y tendrían un único sacerdote.

El trabajo de "sensibilización" ante la llegada de las unidades pastorales también se extenderá a los colegios parroquiales, que cuentan con la colaboración de la Fundación Santa Olaya.