Alcoa ofreció ayer a los representantes de los trabajadores suspender los despidos hasta el 30 de junio, periodo en el que se podría cerrar una venta de las fábricas de Avilés y La Coruña, pero a cambio de dejar las condiciones pactadas por si se llega a esa fecha sin opción de continuidad por parte de otro inversor. Al cierre de esta edición, a medianoche, la mesa negociadora continuaba reunida. "Aún no sabemos qué pasará", señalaban a esa hora desde el comité de empresa de Avilés. La multinacional ofreció proveer 24 millones para las dos fábricas en caso de que finalmente se produjera el rearranque de las cubas que quiere parar a toda costa y también mejoras en el plan social. Los comités reclamaban más del triple, 80. Si hay preacuerdo, tendrá que ser ratificado por las asambleas de las plantas. Si no, Alcoa tendrá 15 días para comunicar su decisión final.

La primera propuesta. Alcoa planteó el jueves pasado mantener parte de la actividad en las fábricas de Avilés y La Coruña con 200 trabajadores de los 686 que conforman las plantillas con 200 trabajadores de los 686 que conforman las plantillas(317 la asturiana y 369 la gallega) y continuar con la actividad solo en las fundiciones. Su plan inicial incluía el apagado inminente las cubas (donde se fabrica el aluminio primario por un proceso electrolítico), pero de forma ordenada para que se puedan reactivar en caso de que un inversor compre las factorías o haya alternativas de reindustrialización. Ese parón de las series de electrolisis duraría unos treinta días, y a partir de ahí el resto de la plantilla se iría a casa mediante un ERTE. Esa primera propuesta incluía un plan social, con prejubilaciones (22), recolocaciones (50 en el complejo de San Ciprián), indemnizaciones superiores a las que se ofrecieron en el inicio del periodo de consultas, así como un plan de recolocación externa y convenios especiales. La mesa negociadora dio un no rotundo a esa primera oferta.

Segunda oferta. La negociación se retomó el lunes y se prolongó hasta casi la una de la madrugada del día siguiente. La compañía se mostró rotunda con la parada de las cubas pero abrió la puerta a detener los despidos hasta el 30 de junio. Planteó proveer dinero para invertir en el rearranque de las cubas en caso de que se formalizase la entrada de un inversor antes del esa fecha: doce millones por cada planta. También propuso no aplicar el ERTE (regulación de empleo temporal) durante ese periodo, abonando al personal el salario íntegro y las cotizaciones. En caso de no encontrar inversor, la empresa aplicaría su propuesta inicial a partir de esa fecha: prejubilaciones, traslados e indemnizaciones de 45 días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades. Mientras los avilesinos se mostraron abiertos a negociar, los gallegos fueron más radicales en sus planteamientos, según las fuentes consultadas.

La recta final. El comité de empresa de Avilés incidió antes de entrar ayer en la última reunión del periodo de consultas en la necesidad de asegurar inversiones en las series de electrolisis, el corazón de las factorías. En San Balandrán hay dos series, con 145 y 144 cubas (al 65% de producción desde hace años). "Seguimos luchando por el mantenimiento del empleo al cien por cien", apuntó el presidente del comité, José Manuel Gómez de la Uz, justo antes de entrar en la sede del Servicio Estatal Público de Empleo ayer a mediodía. Conseguir el mayor aprovisionamiento posible de dinero para las series de electrolisis fue uno de los principales caballos de batalla. Son el corazón de las factorías. Si no quedan en buenas condiciones, están muertas. Apenas trascendió información sobre el contenido de las conversaciones. Hubo múltiples recesos . en uno de ellos, ya entrada la noche, trascendió que la había ofrecido mejoras a las planteadas en el empleo y el plan social. Al cierre de esta edición todo seguía en el aire. Los trabajadores avilesinos están convocados hoy (14.30 horas) a una asamblea en la fábrica.

El revuelo político

El revuelo políticoLa ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, viene reclamando a Alcoa "más tiempo" para poder cerrar un proyecto industrial de continuidad en las dos factorías. El Gobierno central tiene entre manos, mientras, la redacción de un Estatuto para las empresas intensivas en consumo eléctrico (como Alcoa, Arcelor-Mittal y Asturiana de Zinc, entre otras). Maroto aseveró ayer que el Ejecutivo de Pedro Sánchez se ha dado un plazo de tres meses para evaluar cómo afrontar los altos costes energéticos de las industrias españolas (inicialmente se habían marcado como plazo el primer semestre del año).

Mientras, otros pedían su salida del Ejecutivo. El grupo parlamentario confederal de Unidos Podemos-En Comú Marea presentó ayer en la Mesa de los Congreso de los Diputados una proposición no de ley para reprobarla y pedir su cese porque "no ha conseguido negociar con la empresa, buscar alternativa ni encontrar una solución".