La dirección de la compañía Montrasa Maessa aseguró ayer que el hecho de que no se aprobase "la propuesta de convenio aboca a la empresa a su liquidación". Añadió que "eso no significa, de ningún modo, que la empresa vaya a cesar su actividad, deje de dar servicio o cumplir los contratos que tiene firmados o ni que vaya a dejar de cumplir puntualmente con todas sus obligaciones y pagos con proveedores, administraciones públicas y plantilla, tal y como ha hecho siempre, tanto antes como después, de la declaración del concurso".

Esta liquidación, explicó, está motivada porque los 34 de Montrasa no aceptaron ni la quita del 90 por ciento de su deuda ni la conversión de esta en capital para controlar la empresa. "En ningún caso se puede olvidar que los mismos trabajadores que ahora acusan a la dirección de haber tomado decisiones erróneas son quienes, incumpliendo sus compromisos, contribuyeron a desencadenar las causas de la situación actual para mantener unos privilegios a costa de toda lógica empresarial", recalcaron. Estos incumplimientos, según la compañía, vinieron al poco de hacerse cargo del contrato de Alcoa. "En la empresa hay otros 90 trabajadores, aparte de los subrogados por la contrata de Alcoa, cuyos puestos de trabajo están comprometidos por la misma situación". La dirección "niega rotundamente tanto la falsificación que se imputa, como el haber actuado de modo irresponsable o negligente".