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El dueño de la iglesia de San Miguel de Susacasa hará obras en el edificio con una subvención

Las actuaciones consistirán en poner ventanas, balcones y puertas nuevas en la edificación, que en su origen fue un templo románico

Capilla de San Miguel de Susacasa, en Nembro. JULIÁN RUS

El propietario de la iglesia de San Miguel de Susacasa, Leonardo Ramón Fernández Sirgo, recibió una subvención de 4.462,75 euros para realizar diferentes obras en el inmueble. La cantidad apenas da para cubrir la mitad del coste de la actuación, que consistirá en poner ventanas, balcones y puertas nuevas en el edificio.

La concesión de la subvención se aprobó en segunda instancia esta semana, debido a que hubo otras personas que renunciaron a recibir dinero para realizar actuaciones similares. En concreto, se trataba del proyecto "Restauración de Nuestra Señora del Camino del Palacio de Martimporra, en Bimenes", tasado en 766 euros, y de "Obras en el Palacio de Martimporra", por valor de 3.696,75 euros. Su dueña rechazó la subvención y, por ende, el dinero recayó en Fernández Sirgo. Sin embargo, el dueño de la iglesia de San Miguel de Susacasa había solicitado una cantidad superior: 8.966,91 euros, de los que el Principado entendía como subvencionables 6.725,18 euros. Finalmente la partida se redujo en más de dos mil euros por debajo de lo solicitado, para perjuicio del propietario. "La iglesia está en pie gracias a mí y a la Consejería de Patrimonio", remarcó Fernández Sirgo, quien también apuntó que el edificio fue el lugar donde él nació y que también se usó como escuela pública, entre otros fines.

La iglesia de San Miguel, también conocida como ermita de Santa Dorotea de Susacasa, está ubicada en la parroquia de Nembro y conserva restos románicos. Vidal de la Madrid, en su libro sobre el románico en el Cabo Peñas, desvela que se carecen de testimonios documentales que confirmen que este edificio existió en tiempos medievales. El mismo autor cuenta que era en Susacasa donde se reunía el Ayuntamiento debido a que este lugar fue antaño la capital del concejo, antes de que lo fuera Luanco, como ocurre en la actualidad.

Respecto a la descripción arquitectónica, Vidal de la Madrid cuenta que la iglesia consta de una sola nave rectangular y que el ábside es de planta cuadrada y se cubre con bóveda de cañón apuntado. Añade el libro del avilesino que se construyó sobre un sólido zócalo de piedra que iguala las irregularidades del terreno.

Vidal de la Madrid concreta en esta obra que la iglesia de San Miguel de Susacasa fue en su origen un templo románico. "Las reformas que ha sufrido el edificio durante el primer tercio de este siglo (habla del siglo XX) han desfigurado su apariencia primitiva convirtiéndola en una pequeña vivienda. No obstante, podemos fijar la planta medieval porque se han conservado los muros de la nave y el ábside", apunta. Se trata de una iglesia rural, pobre y con escasos recursos constructivos.

Las referencias a este inmueble, en el libro de Vidal de la Madrid, concluyen así: "Podemos incluir a Santa Dorotea de Susacasa en lo que Etelvina Fernández denomina 'fase arcaizante, segunda etapa'. Este periodo abarca desde la segunda mitad del siglo XIII hasta principios del siglo XIV".

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