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El jefe de la Policía Local se jubila: "Me dedicaré a viajar y leer más"

Claudio Tuero repasa sus 36 años de trabajo y destaca la labor de los agentes municipales: "Somos el vecino de al lado"

Claudio Tuero. JULIÁN RUS

Claudio Tuero se jubiló el pasado 2 de enero después de 36 años al frente de la Policía Local de Corvera. Atrás quedan esas jornadas de coordinar equipos y de "mandar pero siempre con diálogo" con el resto de agentes. "Ahora sólo me queda disfrutar y pasarlo bien con la familia, con los amigos, montar en piragua, viajar mucho y leer más y como se suele decir: me dedicaré a oír crecer la hierba", comenta mientras se deja llevar por su habitual ironía. El ya exjefe de la Policía Local es de pocos lamentos aunque sí tiene una espinita clavada: "Lamento haber pasado tanto tiempo en el despacho".

Tuero nació en Turón (Mieres). Procede de una familia minera aunque su padre le dejó claro que no quería ver a ningún hijo trabajando en un pozo. Al exjefe de la Policía Local de Corvera le seducía ir a la Academia de Policía para ser agente de la Nacional, pero se trasladó a vivir a Gijón y estudió una ingeniería técnica. "Había una plaza de sargento jefe en Corvera, en seis meses la preparé y hasta hoy", señala. Corría el año 1982 y Tuero no había pisado antes el concejo, en el que vive desde entonces. "Eran tiempos en los que se necesitaban demócratas en las fuerzas de seguridad, estábamos saliendo del Régimen", apunta.

De sus primeras labores como agente corverano estaba el control del agua. "Íbamos a los depósitos para vigilar que no se escapara agua, apagamos bastantes incendios con ramas de eucalipto,... hacíamos de todo", apunta Tuero, que recuerda cuando los agentes tenían que hacer traslados de enfermos al hospital.

Claudio Tuero considera que la Policía Local está muy próxima al ciudadano. "No es lo mismo que otros cuerpos, somos el vecino de al lado", remarca el exagente, que recuerda aquellos tiempos en los que la burocracia era la justa y ahora marca buena parte del trabajo diario de los policías. Siempre le ha gustado su trabajo pero también ha tenido momentos duros. Uno de los peores fue cuando el gobierno de la USPC y el PP retiraron una serie de multas a vecinos por aparcar mal en la calle Castaño. "Esa decisión fue un capricho, injusta y no valoraba el buen trabajo de los policías", destaca Tuero, sentado en su despacho en el que había pasado años y años en el centro Tomás y Valiente. Antes, la jefatura local de Policía estaba en Nubledo, en la Casa Consistorial, pero había poco espacio.

Tuero se detiene y piensa en las comunicaciones de entonces, cuando los agentes solo tenían un teléfono fijo y en la oficina. Luego contaron con un contestador automático que los agentes controlaban cada hora a escucharlo para ver si había pasado algo. "Más tarde llegaron los teléfonos móviles que pesaban medio kilo y valían 500.000 pesetas y luego, las emisoras,... todo mejoró mucho, no tiene nada que ver con trabajar ahora", apunta.

El exagente es también presidente de la asociación de jefes de la Policía Local de Asturias. "Ahora tendré que dimitir", comenta entre risas, al tiempo que recuerda los buenos momentos que ha pasado al frente de la Policía Local, "siempre rodeado de buenos compañeros". "Siempre estoy y estamos más cerca de los vecinos. Antes, cuando empecé, te obligaban a vivir en el municipio en el que trabajabas", señala Claudio Tuero, que quiere que de una vez por todas se plante cara ante la paulatina "degradación del empleo y más aún en una comarca" como la avilesina con importante presencia industrial y con altos niveles de paro.

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