Los trabajadores de Alcoa deciden hoy si aceptan o rechazan el preacuerdo alcanzado la semana pasada in extremis entre sus representantes sindicales y los de la multinacional aluminera con sede en Pittsburgh. La votación en las fábricas de Avilés y La Coruña se produce de forma simultánea para que el resultado de una planta no influya en el de la otra. Para que el plan salga adelante, el "sí" tiene que ganar en las dos fábricas. Con que en una gane el "no", ya no habrá acuerdo. La urna de la factoría de Avilés se cerrará a las seis de la tarde.

El preacuerdo da casi seis meses de plazo para encontrar una salida a la fuga de Alcoa. Los despidos quedarían en suspenso hasta el 1 de julio y la multinacional provisionará veinte millones de euros para el rearranque de las cubas, que quiere empezar a parar de forma inminente, en febrero. Solo seguirá funcionando la fundición. Alcoa se compromete a abrir este mismo mes el proceso de venta y acepta la colaboración del Gobierno "para que presente potenciales compradores así como posibles ayudas a la inversión para adaptar o reindustrializar las instalaciones que ayuden en este proceso de venta".

El delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, incidió ayer en una entrevista radiofónica en el compromiso del Ejecutivo central con el futuro de Alcoa y se mostró confiado en que en estos seis meses se materialice alguna oferta que dé continuidad a las plantas amenazadas de cierre. Vital para ello van a ser, en su opinión, las inversiones a las que se ha comprometido la multinacional (cuarenta millones de euros) para hacer más atractivas sus plantas de Avilés y La Coruña. "Hay ofertas que se están estudiando y ahora lo que tenemos son seis meses para analizarlas bien", afirmó el delegado del Gobierno en Galicia en la misma entrevista radiofónica.