Los más de dos minutos de aplausos con los que el público despidió a Samantha Martin son prueba suficiente para garantizar que la cantante canadiense y su banda "Delta Sugar" ofrecieron el sábado una actuación de las que hacen historia en Valles (Piloña). Martin, considerada la nueva diva de la música americana, volverá a actuar este sábado en Asturias: en la Sala Club del Centro Niemeyer de Avilés (21.00 horas). Pero el concierto de Valles fue especial porque sus organizadores, la asociación músico-cultural "Bocanegra", celebraban su 11.º aniversario. La artista canadiense se mostró agradecida y orgullosa de poder participar en tan señalada conmemoración. "Muches gracies, Asturias", dijo. Y el respetable respondió con la primera de varias ovaciones.

Con Tina Turner, Lucinda Williams y los Staples Singers como referencias, Samantha y su banda ofrecieron algo más de hora y media de recital de sonidos gospel, blues y soul. Gustó, y mucho, la actuación de las dos co-vocalistas que acompañaban a Martin (Mwansa Mwansa y Sherie Marshall) y con quienes presentó algunos de los sencillos de su último trabajo: "Run to Me". El deseo, la traición o la satisfacción emocional y sexual fueron algunos de los ejes sobre los que pivotaron sus letras, de tinte autobiográfico.

La canadiense, que hasta ahora nunca había pisado los escenarios españoles, tuvo tiempo para repasar con su potente chorro de voz canciones de anteriores álbumes como "Addicted", presente en el álbum "Send the Nightingale" (2015), que le valieron cuatro nominaciones a los "Maple" de blues.

Uno de los momentosfue cuando el grupo versionó el tema de Elvis "Suspicious minds". El éxtasis supremo llegó cuando, respondiendo a la reclamación del público que pedía "otres tres", Samantha entonó la canción "Proud Mary" (más conocida como "Rolling on the River"), escrita por John Fogerty y popularizada por Tina Turner. La cantante acompañó esta última actuación de una movida coreografía y acabó bajando del escenario.