La biblioteca de Piedras Blancas tiene goteras, un problema que se da en el edificio casi todos los inviernos desde los últimos cinco años y que ya ha obligado al Ayuntamiento de Castrillón a reparar en varias ocasiones el tejado del centenario inmueble. El mal estado de la estructura obligó también el pasado mes de septiembre a cerrar la sala infantil de la biblioteca, que aún continúa clausurada. "Ya estamos acostumbrados a las goteras, solo queremos que se abra la nueva biblioteca para no tener que ir a Avilés", aseguraban ayer algunos estudiantes.

En los últimos cinco años, el Ayuntamiento ha realizado varias reparaciones en el tejado y en otras dependencias para mantener abiertas las salas de uso público, a la espera de que se ponga en funcionamiento la nueva biblioteca, que se comenzó a construir en 2010.

Las instalaciones de la biblioteca de Piedras Blanca se ubican en un edificio construido en 1893 en la actual avenida de Eysines. El inmueble fue la segunda sede del Ayuntamiento, acogió también las antiguas escuelas nacionales hasta 1920 y fue el emplazamiento del juzgado de paz de Castrillón. La construcción está catalogada, así que cuando se realice el traslado a la nueva biblioteca, la Corporación deberá decidir sus futuros usos, pero antes hay que repararla. Una de las principales carencias es que no tiene ascensor.

Los usuarios de la nueva biblioteca de Salinas también se quejan de los cortes de luz, "casi a diario" y del ruido en algunas salas. "Deberían instalar carteles pidiendo silencio porque es difícil concentrarse en la sala de estudios. Son unas instalaciones buenas pero hay que eliminar los problemas", señaló la usuaria Ana Gómez. "Es que en el telecentro hay clases y la sala de estudios está pegada, solo separadas por un cristal, se oye todo", añadió.