El sistema de videoconferencias del Juzgado de Avilés no funciona como debería. Así destacaron ayer la jueza Olga Vara, el fiscal Jesús Villanueva y el abogado Carlos Villar durante la sesión en la que un acusado afrontaba una pena de prisión de ocho años por una supuesta agresión al propietario de un bar-tienda en El Espín, en el municipio de Coaña.
En la vista hubo dos videoconferencias y ambas tuvieron problemas de conexión. La primera, para hablar con la víctima, que declaró desde Luarca, y la segunda, con un guardia civil, desde Madrid. "Que nos pongan medidas adecuadas, es indignante esta situación", señaló la jueza. A lo que el fiscal añadió: "Había que llevar la grabación a la Ministra de Justicia". El abogado también hizo alusiones al mal funcionamiento de la herramienta telemática.
El fallo inicial con la comunicación con la víctima obligó a aplazar su comparencia después de lo previsto y la jueza y el abogado tuvieron que esforzarse hablando muy alto a un teléfono fijo para que el declarante escuchara desde el otro lado. Con la otra comparencia por vía telemática, también hubo algún que otro problema, como cortes en la emisión. El estado del sistema de videoconferencias ralentizó el ritmo de la sesión judicial. "Si no fuera porque se trata de un atraco de gravedad, parece más una comedia de Monty Python que un caso penal", señaló el fiscal. La jueza Olga Vara, dirigiéndose a los periodistas presentes en la sala, dijo: "Ya lo ven ustedes: no son condiciones para trabajar con un asunto de estas características".
