El origen de la estela antropomórfica de Molleda, una lápida funeraria que data del siglo I o II, sigue siendo un misterio pese al estudio realizado por la Universidad de Oviedo en la zona donde fue hallada. "Hicimos un estudio del pico Castiello, para comprobar si era una castro y si podía tener alguna relación con la estela, pero el resultado ha sido negativo", explica el director de la prospección, José Avelino Gutiérrez, catedrático de Arqueología de la Universidad de Oviedo, que ha realizado análisis similares por toda la región.
El estudio del pico Castiello nació de un convenio entre la Universidad de Oviedo y el Ayuntamiento de Corvera que se firmó en 2016. Los trabajos comenzaron por el desbroce de una amplia zona de monte. "Visualmente, encontramos algunos restos de rocas cortadas, pero ningún indicio de fosos, viviendas o muros que hagan pensar que allí se vivió en la época de los castros. Los cortes de roca que pudieran parecer muros según lo que cuentan los escritos y que nos hizo pensar que pudo haber un castro, datan de otra época y están tallados por otras causas", sostiene el arqueólogo.
Sin embargo, no se quedaron solo en la zona del pico, donde se suponía que podía estar el castro. "Hicimos prospecciones en los alrededores, donde encontramos algunas murias, pero son más recientes, probablemente antiguas lindes de terrenos", señala Gutiérrez, que añade que también se investigó el lugar donde apareció la antigua pira funeraria.
Los primeros resultados no han sido alentadores, pero no se descarta seguir en un futuro con la investigación: "Existe la posibilidad de hacer prospecciones tecnológicas, para buscar bajo tierra, pero por el momento no estaba contemplado en los objetivos del proyecto. Es una posible vía a explorar en el futuro".
El arqueólogo reconoce que no es un hecho aislado que un objeto de una determinada época aparezca en un lugar en el que aparentemente no tiene relación con su entorno, como puede ser el caso de la estela funeraria de Molleda. "Hay demasiadas posibles explicaciones para que esto ocurra", sostiene Gutiérrez.
La estela fue descubierta y catalogada por el arqueólogo asturiano José Manuel González en julio de 1959, que la encontró en el pico Castiello. Ahora, la lápida está expuesta en el Museo Arqueológico de Asturias, en Oviedo, esperando a que alguien desvele su misterio.
