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AGUSTÍN MARTÍN | Secretario general de la Federación de Industria de Comisiones Obreras

"Si queremos evitar otro caso como el de Alcoa, hay que revertir la reforma laboral"

"El Gobierno nos tendrá enfrente si el 28 de febrero no está sobre la mesa el prometido estatuto de la industria electrointensiva"

Agustín Martín, en una reciente visita a Avilés. JULIÁN RUS

Agustín Martín (Madrid, 1963) es el secretario general de la Federación de Industria del sindicato Comisiones Obreras (CC OO). El pasado jueves visitó Avilés en la ronda de contactos que la central está manteniendo con las direcciones de las empresas electrointensivas y conversó con LA NUEVA ESPAÑA. Aprovechó su paso por la comarca para agradecer el apoyo social a los trabajadores de Alcoa, por "cómo se han volcado con ellos". "Tiene que ser un motivo de satisfacción para este pueblo", subrayó.

- El caso Alcoa. ¿Una lección de la que hay mucho que aprender?

-Lo que ha ocurrido con Alcoa ha puesto encima de la mesa algunas cuestiones que nosotros veníamos denunciando hace tiempo. Uno fundamental es la nula capacidad de intervención de las administraciones (tanto central como autonómicas), la mínima o nula capacidad de intervención de la Inspección de Trabajo y del ámbito jurídico tal y como se conformó el procedimiento de los despidos con la reforma laboral. No es de recibo que un país, una comunidad autónoma, sea incapaz de tener ningún instrumento que al menos condicione una decisión empresarial de este calado. No es de recibo que haya habido que negociar un conflicto así en tan poco tiempo, que la Dirección General de Trabajo haya sido incapaz de buscar mecanismos con suficiente seguridad jurídica que permitieran ampliar el plazo de negociaciones. Si queremos evitar otra situación de este tipo hay que revertir la reforma laboral y modificar el procedimiento que permite el despido exprés por parte de cualquier multinacional o de cualquier empresa en este país.

- Los sindicatos hablan de una deslocalización de la producción pura y dura.

-Alcoa ha tomado una decisión que es la deslocalización para seguir produciendo en países de más bajo coste y con mejores capacidades competitivas.

- Alcoa llevaba años avisando de que el marco energético condicionaba su futuro.

-El sector electrointensivo tiene una espada de Damocles desde hace mucho tiempo, aunque eso no justifica la decisión de Alcoa. Sí que avisó, parecía que venía el lobo pero como no llegaba no pasaba nada... Ya había alarma por cómo se iban generando los diferenciales de precios (energéticos) entre España y Europa. Tanto las asociaciones empresariales como los sindicatos veníamos denunciando que los esfuerzos que estábamos haciendo en la negociación colectiva para garantizar inversiones se estaban viendo neutralizado por el impacto del precio de la energía en las empresas. Bienvenido sea que ahora todo el mundo se ha dado cuenta de que hace falta un Estatuto para la industria electrointensiva. Nos corre mucha prisa. Ahora es urgente y esperemos que esa urgencia no conlleve hacer las cosas mal. No valen parches. O hay visibilidad de futuro, o no habrá inversiones de futuro. Estamos en un momento de transición tecnológica muy importante en los sectores tractores de la industria.

- ¿Cuál cree que es la mejor solución para Alcoa?

-Un precio (de la luz) competitivo que hiciera interesante la electrolisis bien para la propia Alcoa, bien para otro inversor. Alcoa ya ha dicho que no tiene ningún interés en seguir independientemente del precio de la energía, pero en todo caso lo que queremos es rapidez porque si se despeja el horizonte del coste de la energía habrá inversores. Y tenemos muy poco tiempo. Con costes energéticos competitivos, la electrolisis es competitiva.

- Piden celeridad al Gobierno y en nada hay elecciones. Lo que no esté antes de mayo...

-Vamos a ser muy incisivos desde ya. El Ministerio de Industria se comprometió a acelerar el desarrollo de ese Estatuto y a tener la propuesta en dos meses. Ese plazo se cumple el 28 de febrero. Si ese día no está sobre la mesa el documento, el Gobierno tendrá al sindicato enfrente. Si alguien piensa que puede transitar sin problemas en una campaña electoral sin tener resuelto esto, está equivocado. Y con esto no solo me refiero al Gobierno, sino a todos los partidos. Este acuerdo tiene ser una solución a todos los empleos en Alcoa.

- El foco está en Alcoa por la fuga, pero ¿temen una merma en las producciones de otras industrias electrointensivas? En Asturias también tenemos a Arcelor-Mittal, Asturiana de Zinc...

-Más bien hay riesgo de inversiones futuras. Las inversiones a corto plazo en Arcelor están garantizadas, pero la compañía ya ha dado un toque de atención. Un país no puede vivir en función de alertas y alarmas. Los gobiernos, los partidos políticos, no pueden actuar solamente cuando el problema está encima, hay que tener una política preventiva. Más aún en estos momentos, en pleno cambio del modelo energético, de la tecnología en la industria. No podemos tener cada cuatro años un modelo energético, de formación, de política industrial. Tenemos que ir hacia un pacto de Estado en materia de política industrial que esté acompañado de un modelo energético hasta el horizonte 2030-2040 y que cumpla con al menos tres condiciones: garantía del suministro, precio competitivo y con fuentes de transición (planes alternativos).

- ¿Otra reconversión industrial que implica a más ámbitos que el meramente industrial?

-Estamos en un proceso donde va a cambiar radicalmente la manera de producir, no podemos tener un modelo educativo que cambie cada cuatro años. Tenemos que poner en línea la educación reglada, la continua y la de recualificación de la gente. Van a cambiar mucho las profesiones. Y el Estado tiene que jugar un papel, no puede dedicarse solo a dar incentivos, bonificaciones y hacer exenciones, tiene que jugar un papel como ocurre en países de nuestro entorno. Nadie en Francia pone en cuestión la participación del Estado en Renault. Allí los incentivos que se dan en las multinacionales repercutan en participaciones del Estado. Esto no es un tema partidista, sino de país.

- ¿Teme que todo esto del Estatuto de la industria electrointensiva, con la crisis de Alcoa de fondo, se convierta en un arma electoralista?

-Hay asuntos en los que hay que buscar el mínimo común múltiplo y no el máximo común divisor. Necesitamos tranquilidad, serenidad. Esto es un debate de estrategia de futuro. Y el Gobierno también tiene que entender que en su debilidad parlamentaria tiene que encontrar el consenso para buscar mayorías. Pido a los partidos políticos que pongan las luces largas y se dejen de las cortas.

- El Ministerio de Industria por un lado, el de Transición Ecológica por otro...

-Es un problema y se está empezando a visibilizar la falta de interconexión entre esos dos ministerios.

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