La fabricación de aluminio puro mediante electrolisis empieza a declinar en la fábrica de San Balandrán. Los trabajadores de la serie 2 comenzaron anoche la parada de las cubas, unos trabajos que finalizarán hoy mismo si no se producen contratiempos.

Los preparativos se iniciaron el lunes, cuando los operarios encargados del apagado empezaron a sacar de cada cuba aproximadamente una tonelada extra de aluminio para dejar en el interior del recipiente solo siete toneladas de metal fundido. Eso se hace para que si son arrancadas de nuevo algún día, quepa en el interior de cada cuba una tonelada de aluminio fundido que hará las veces de reactivador del proceso de electrolisis que hace posible la separación por oxidación del aluminio de la pasta de alúmina en la que viene contenido.

En el turno de la pasada noche se comenzó a extraer de las cubas de la serie 2 el baño electrolítico que genera la reacción química que da lugar al aluminio, una mezcla que se deposita en unas balsas con miras a su aprovechamiento futuro. A continuación se cortocircuita la cuba y se corta la corriente eléctrica.

La próxima semana se completará el apagado con la parada de las 144 cubas activas de la serie 3 (tiene 186 en total). Esos trabajos están fijados para los próximos días 13 y 14 de febrero, cuando el corazón de Alcoa dejará de latir.