Un nuevo incidente en Baterías de Avilés hizo saltar ayer las alarmas, en la destilería de carbón y en todo el municipio. Y es que, poco después de las diez y media de la mañana, se produjo una explosión de un electrofiltro de la controvertida instalación fabril de Arcelor; esto causó un incendio y obligó a la dirección de la planta a ordenar el encendido de todas las antorchas, que quemaron gas hasta media tarde. Esta operación atenúa las emisiones contaminantes a la atmósfera. Sin embargo, y según denunció el Colectivo Ecologista de Avilés, sí que se produjeron: "Durante 45 minutos".

El electrofiltro es una pieza que permite que pase el gas a través de una serie de tubos a los que se aplica tensión eléctrica; la electricidad crea un campo magnético que hace que se precipiten todas sus impurezas. De esta manera no terminan en el cielo. Se da la circunstancia de que el miércoles pasado esta pieza estaba en reparación. Lo previsto era instalarla ayer por la mañana. En la operación hubo un error que abrió la entrada de oxígeno. La colisión de este gas con los de las Baterías causó la explosión y el electrofiltro terminó volando por los aires. La empresa descartó daños personales; no se produjeron ni en la plantilla de la empresa principal ni tampoco en la de la auxiliar Daorje.

Por seguridad, la multinacional siderúrgica ordenó que se ralentizara el ritmo de producción de la planta durante algunos minutos. Esa circunstancia hizo que bajase la producción de carbón destilado del día de manera significada. En ningún momento, sin embargo, los trabajadores dejaron de deshornar dado que la coquería cuenta con varios electrofiltros que funcionan de manera paralela al del incidente.

Este nuevo susto se produjo casi cuatro meses después del incendio de una cinta transportadora. Hace apenas tres semanas había vuelto la normalidad a la polémica instalación, que tiene los días contados. Lo previsto es que a finales de este año, el carbón destilado que consuma Arcelor se produzca en Gijón. Para entonces, comenzarán a descontaminar el suelo que ocupa la venerable coquería.