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El rock callejero más "kemao"

José Alberto Lorenzo, "Berto", lleva décadas en la música, no ha dejado de componer y tiene un tema pendiente de grabar dedicado a Avilés

José Alberto Lorenzo, "Berto el de 'Los Kemaos'", en la calle Bances Candamo. ILLÁN GARCÍA

José Alberto Lorenzo hace tiempo que perdió parte de su nombre y su apellido. Es simplemente "Berto el de 'Los Kemaos'", su grupo de los últimos años. Tiene claro que lo suyo es el rock urbano, callejero, del barrios. Así lleva décadas. Toca la guitarra y canta. Ahora ha compuesto una nueva canción dedicada a Avilés, que se llama "Ciudad de paso" y habla de "chimeneas jubiladas por el paso del tiempo", de una ría que se cura la alitosis y de gaviotas que se comportan como hooligans en los tejados. Berto escribe poesía urbana, de las cosas que aprecia mientras camina, habla de "balcones con vistas que no dan al mar", como entonaba en aquel tema de "Los Kemaos" titulado "Quijote del mar".

La música llegó a Alberto Lorenzo cuando vestía de pantalón corto. Iba con sus padres a las verbenas, asistió a un concierto de "Los Pekenikes" en el parque del Muelle y pronto, siendo un adolescente, comenzó a participar en conjuntos musicales. El primero fue "Zael" y era de folk con unos cuantos amigos del barrio de La Carriona. Poco después formó parte de "Babilonia", que hacían temas de rock y pop. Berto ponía la voz en aquellas canciones que hablaban de amor y de un cómic. Tras echar la vista atrás y remontarse a los años ochenta y verse con dieciocho años, ahora afirma que a aquella banda "le faltaba mucho", pero eso sí, siendo honestos, el objetivo de Berto en la música siempre fue pasarlo bien. "Éramos jóvenes", apostilla. Tras varios años entre "Zael" y "Babilonia", pasó a formar parte de "Bcuadro". Su misión era tocar en bodas y sacar unos duros. Así estuvo seis años. Cambió "Bcuadro" por la orquesta "Élite" donde, afirma, adquirió "muchas tablas" como músico. "Tocábamos de todo, y acabé cantando pasodobles por Rocío Jurado, eso sí sin perder mi corazón rockero", señala entre risas. Con "Élite" estuvo cuatro años animando romerías por toda España y apenas tenía tiempo para sentarse y componer. En los primeros años noventa, todo cambió. Berto dejó una temporada de tocar canciones de otros para hacer las suyas.

"Montamos un grupo que se llamaba 'El club de Los Kemaos'", indica. Su estreno fue en la plaza del Carbayo, en Sabugo, y ahí Berto y su banda hablaban de la calle, de la gente del barrio, de la cotidianidad y todo regado con ese rock callejero que tanto le caracteriza. "El club de Los Kemaos" quedó en "Los Kemaos" años más tarde, casi una década después.

"El nombre del grupo no sé de donde salió, quizá estábamos un poco quemaos con todo", comenta el músico que en 2005 grabó "El Quijote del mar" en los estudios Acme de Miguel Herrero, "uno de los mejores músicos y técnicos de Asturias". "Los Kemaos" huía de las versiones y les fue bien, la banda tenía seguidores que respondían, tocaron en los carnavales de Avilés y en mil y un escenarios, pero los horarios laborales de sus miembros hicieron imposible poder continuar con los ensayos y conciertos. "Nos deshicimos por el trabajo", enfatiza el guitarrista y vocalista, que también se desenvuelve con el bajo.

Ahora, Berto "el de Los Kemaos" sigue componiendo en casa, se deja llevar por melodías al más puro estilo de "Los Suaves" o "Burning" y escribe "lo mismo de siempre, rock callejero". Ahora, el músico actúa en locales junto a Kike Sánchez, ambos son "Berto & Kike" y aunque tocan versiones, están preparando un repertorio. "Los viejos rockeros nunca mueren, me presta mucho tocar y componer y relatar experiencias", señala Berto, "el de Los Kemaos", que aún tiene pendiente grabar "Ciudad de paso", ese tema que habla de Avilés.

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