La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Convocan una manifestación cívica para expulsar a dos "maleantes" de La Arena

Ambos hombres llegaron a la localidad hace un mes y los vecinos les señalan como autores de trece intentos de robo, uno en plena misa

Dos intentos de robo en un supermercado, dos al estanco, dos en la farmacia, uno en plena misa, asaltos a bares, viviendas y tres coches y un sinfín de actos incívicos, como quemar ropa, son atribuidos por los vecinos a dos forasteros que residen desde hace mes y medio en La Arena. La paciencia de los lugareños se ha agotado y por iniciativa popular varios vecinos han convocado una concentración el domingo que viene, a las 12.00 horas, en el parque. Piden que se tome medidas contra estos supuestos cacos, y que, llegado el caso, sean expulsados del pueblo.

Según los testimonios de los vecinos, estos dos delincuentes serían dos amigos, naturales de Oviedo, con problemas de drogadicción. Entre ellos la única relación aparente es de amistad. En el perfil en redes sociales de uno de ellos, él mismo explica que estuvo un año en prisión durante 2016, supuestamente por no pagar una multa.

Los lugareños atribuyen a esta pareja, a la que describen como "agresiva", 13 intentos de robo , la mayoría de poca monta y sin que se conozcan heridos. Aún así, el clima de indignación se respira en La Arena. "Se está rompiendo la convivencia", asegura uno de los convocantes.

El primero de los asaltos fue el martes 29 de enero. Su modus operandi no es precisamente refinado. Al parecer, trataron de entrar en la farmacia de la villa con nocturnidad, rompiendo la puerta con una cizalla.

El pasado viernes completaron todo un frenesí de pequeños "palos". Su "tour delictivo" comenzó en la iglesia. Uno de ellos trató de robar en la iglesia en plena eucaristía. Fue el propio párroco, Jose María Menéndez, el que le expulsó. En la misa había otros 14 feligreses.

Ese hurto frustrado no fue beneficioso para ellos. Según explicó una camarera de un local próximo al templo, les hizo perder el autobús. "Tira para allá, zarrapastroso, que por tu culpa hemos perdido el autobús", asegura la mujer que le dijo uno al otro

Eso no fue óbice para pergeñar otros dos "golpes". El primero, en el estanco. Amenazaron a la dependienta y gracias a la actuación de un cliente, la cosa no pasó a mayores. El segundo, en un supermercado próximo a la calle La Galerna. El botín, una mandarina y unos lacasitos.

"Se pusieron agresivos y asustaron al resto. Nosotras tenemos un poco de miedo", explica la encargada del negocio. "Van a comprar al otro supermercado -el que está en la intersección con la calle de Los Viñales- y aquí vienen a robar", dijo una de las cajeras.

Al día siguiente lo volvieron a intentar. Uno de ellos intentó robar un jamón. Entre que el hombre iba aparentemente drogado, la intervención del carnicero y la llegada de agentes de la Guardia Civil no consiguió su cometido. Posteriormente, han vuelto querer entrar en la farmacia y de nuevo en el estanco.

Su oleada de pequeños robos también se ha reproducido en los bares de la zona. Han tratado de entrar en varios restaurantes de la villa. También en coches, ya que el viernes, varios lugareños los espantaron, según cuentan, después de forzar tres cerraduras del mismo número de turismos. A mayores, han protagonizado actos incívicos, como quemar prensas de ropa y tirarlas por la ventana.

Aparentemente sin vinculación por la sutileza con que se produjo, la noche del 28 de febrero uno o más desconocidos entraron a robar en el colegio Ventura de la Paz Suárez. Se llevaron del despacho del director cerca de 2.000 euros. Se trataba del dinero que los escolares de quinto y sexto de Primaria habían recaudado, a través de la venta de papeletas para unas vacaciones. La Benemérita sigue investigando.

Estos no son los únicos robos que se han producido en Soto. En Caseras, el viernes, coincidiendo en hora con lo acontecido en La Arena, dos encapuchados armados con un machete y una palanca entraron a robar en dos viviendas. "Pensé que me mataban", señaló María Nieves Pulido, la mujer de 66 años a los que los cacos sorprendieron en su casa. En Caseras, estos robos también perturban la paz, pero han sido los vecinos de La Arena los que han dado un paso al frente contra la pareja a la que responsabilizan. El domingo exigen soluciones.

Compartir el artículo

stats