La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

BELÉN FERNÁNDEZ LÓPEZ | Comercial de una firma textil y fundadora de Novatex

"Nunca he sentido el cierre de Novatex como un fracaso, era difícil que durara tanto"

"Quien diga que los empresarios nos hacemos millonarios está totalmente equivocado; nos hacemos ricos, pero en conocimiento"

Belén Fernández, en La Curtidora. JULIÁN RUS

Belén Fernández (Grado, 1958) entra cada día en La Curtidora como una emprendedora más. La expresidenta de la Federación de Empresarias y Directivas de Asturias (Feda), en la que continúa como vocal, ha dejado atrás la crisis de Novatex, la empresa textil corverana que fundó al calor de Du Pont hace 16 años y que en 2017 cesó su actividad por una grave crisis de la que no consiguió salir a flote tras perder a su principal clinte (el negocio de Sontara que Du Pont vendió a Jacob Holm). La firma ya está liquidada y la nave en venta. Fernández es ahora agente comercial de una firma textil con oficina en La Curtidora.

-Novatex ya es historia.

-Es historia, una buena historia, de mucho esfuerzo, muy agradable en algunos momentos y muy jorobada en otros. Pero sí, es historia.

-Y una historia que conllevó muchos reconocimientos. ¿Cómo surgió el proyecto?

-La idea fue buscar un hueco para la inserción laboral de mujeres que estaban fuera del mercado laboral regulado. Novatex fue una experiencia dura y compleja en algunos momentos y maravillosa en otros, como cualquier proyecto de emprendimiento que inicias con pasión y ganas.

-¿Cuál fue la principal causa del fin?

-La pérdida del cliente principal por razones completamente ajenas a Novatex y al propio negocio de Du Pont. Hay cambios que van con los tiempos y con el negocio. En este caso nos afectó y ahí nos quedamos, a mitad de camino. Du Pont vendió Sontara y no entramos en los planes del comprador.

-¿Cómo fue el proceso hasta la liquidación?

-Como en cualquier proceso de este tipo, de caída, fue un proceso duro y complejo. Fuimos a un concurso de acreedores y tuvimos la suerte de tener un administrador concursal con mucha sensibilidad, nos ayudó muchísimo. Fue todo sobre ruedas. En ocho meses Novatex tenía la parte del concurso cerrada y ahora está en la fase de liquidación de todos los bienes. La maquinaria está toda vendida y la nave en proceso de venta.

-¿Lo peor?

-Que la gente se quedara sin trabajo. Fue muycomplicado y duro. Y al margen estaba mi situación personal, que en términos económicos era la de un muerto con avales por un valor de un millón y medio de euros. Pero lo más complicado fue vivir la situación de la gente que se quedó sin trabajo, sin recursos. Afortunadamente ahora todas están trabajando, tienen su parcelina. Mantengo comunicación con mucha gente que trabajó en la última etapa de Novatex y también con la que me acompañó durante los 18 años que la empresa estuvo funcionando.

-¿Y lo positivo?

-El aprendizaje, esto ha sido una carrera de fondo donde conocí hasta donde se puede llegar, donde están las limitaciones. Y durante todos estos años he conocido a gente muy interesante que me aportó mucho.

-Hubo intentos por reflotar Novatex, llegó a hablar de dos posibles inversores, ¿qué pasó al final?

-No se alinearon los astros. Hubo intentos de reflotar pero la capacidad económica era complicada, era empezar de nuevo. Para eso hacía falta dinero, ganas y fuerza. Y en ese momento era muy complejo. Hubo que dar el capítulo por cerrado. Pero nunca lo he vivido como un fracaso. Tal y como nació Novatex era complicado que durara 18 años, no apostaban ni porque durara cinco.

-¿Por qué lo dice?

-Porque era un proyecto social, con poco dinero, que luego necesitó más inversión... Al final tenía una inversión de cuatro millones de euros, que se dice pronto, y eso fue a base de picar puertas y de conseguir implicar a gente que creía en el proyecto. Es muy complicado sacar adelante un proyecto social. Nosotros tuvimos la ventaja de trabajar para Du Pont durante muchos años, nos trataron muy bien, y los nuevos dueños de Sontara (Jacob Holm) también nos cuidaron, pero ellos tenían que mirar por su plan de negocio, que no coincidió con el de Novatex. Para mí fue un aprendizaje tremendo y estoy agradecida.

-¿Vida nueva?

-Estoy en una luna de miel laboral. Hago lo que me gusta, no me pongo límites, trabajo todo lo que puedo y más. Pensé en jubilarme, pero finalmente he decidido que no. Mi vida laboral será tan larga como quieran mis jefes, este u otros. Estoy encantada con la empresa y con La Curtidora.

-¿Algún consejo a quienes están pensando emprender?

-Ninguno. Si se lo creen, que lo hagan. Punto. Y que sepan que existe el triunfo, el riesgo y el fracaso. Esta región necesita gente que se mueva, que haga cosas.

-¿Lo de la emprendeduría va en la sangre? Usted, su hermano (impulsor de la quesería Rey Silo), su hijo (luthier y fundador de Barna Guitars)...

-Y mi hermano pequeño ,Paco, un gran emprendedor deportivo creando el Club Multideportes de Corvera, en el que están inscritos más de cien niños y jóvenes atletas, incluida mi sobrina María Ratero, deportista y campeona de marcha de Asturias. Es la cultura de mi güela (María La Cabaña), siempre estaba haciendo cosas, no se le ponía nada por delante. Llévaslu. A veces vives con un colchón y otras con la espada de Damocles. Que conste que no emprendo ahora porque ya son 60 años. Pero ser intraempendedora me encanta, me lo paso pipa en el trabajo. Nací probe y moriré probe. Novatex no era una puesta para hacerme rica, sino para generar empleos. Como la apuesta de la gente que trabajaba en Novatex, que era supervivencia pura. Quien diga que los empresarios y las empresarias nos hacemos millonarios está totalmente equivocado. Nos hacemos millonarios en conocimiento y en aprendizaje, eso sí.

Compartir el artículo

stats