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Indignación por la oleada de robos en el cementerio y en numerosas iglesias

Los ladrones actúan en Miranda, La Luz y Villalegre, de donde se llevaron hasta inodoros La Carriona pide el fin de los asaltos con un cartel

"Por favor, no rompan por quinta vez esta puerta. Dentro no hay ni un céntimo". Con ese mensaje, el Ayuntamiento de Avilés pretende poner coto a los cacos en el cementerio de La Carriona. Pero los hurtos en la capilla del camposanto no son los únicos. Las iglesias de Villalegre, Miranda y La Luz también han sufrido pequeños asaltos en las últimas semanas. "Los robos se produce de forma periódica", alerta el cura de Miranda, Francisco Panizo.

El mayor asalto se produjo en noviembre en Villalegre. No fue exactamente en la iglesia, sino en una casa anexa. La ONG Cáritas usaba la vivienda para atender a los necesitados. Los cacos entraron por una ventana y la desvalijaron entera. Se llevaron los inodoros y varios grifos.

Ahora, el edificio está en desuso, pero la parroquia ha tomado la decisión de tapiarlo la semana que viene. "Cuando entraron, se llevaron todo lo que pillaron. Ahora, la casa ya no se usa, pero siguen entrando como quieren", explicó el cura de Villalegre, Francisco Alejandro.

Los hurtos en el cementerio son de pequeña intensidad. Francisco Panizo, el párroco -que también lleva Miranda y La Carriona- no echa nada en falta. "Entrar, rompen todo lo que pillan y se van. Ha pasado unas cuantas veces -cuatro, en concreto-. Imagino que van buscando el dinero del cepillo", comenta Panizo. Mala receta, puesto que el botín está a buen recaudo en una caja metálica anclada al suelo.

Los cacos aprovechan el horario de apertura del cementerio para entrar en la minúscula capilla. Ésta permanece abierta durante la jornada y sin apenas vigilancia. La primera vez que entraron, reventaron la puerta de la sacristía. El boquete aún permanece allí.

En Miranda, también intentaron entrar en la parroquia. Rompieron una de las ventanas de atrás. Poco se pudieron llevar porque todas las salas estaban cerradas. "Estos ladrones van haciendo su ruta", clama Panizo, el párroco de Miranda y La Carriona.

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