Como en la película clásica de Berlanga: los jueves, milagro. En poco menos de un mes, la fortuna se ha manifestado en tres ocasiones en Avilés. La última, antes de anoche. El despacho de lotería nacional que abrieron Carlos Arias y Raquel Velasco en el Quirinal este pasado mes de agosto vendió dos décimos del número 81.472. "Son 30.000 euros para cada uno. O sea, repartimos 60.000. Estamos felices, es nuestro primer premio", confesó Arias. "Cuando abrimos, dimos un premio de dos mil y pico euros en la Primitiva. Esto está muy bien", subrayaron ambos.

La racha se abrió el día 17 de enero en la administración número 7, la del número 11 de la calle Carreño Miranda. Entonces fueron 300.000 euros por serie del número 20.484. Una semana después, la suerte se fue al barrio de Versalles. Allí, Amelia García, la lotera de la calle Covadonga, repartió 600.000 euros en la lotería nacional. "Vendimos veinte décimos del 82.913, que se llevó el primer premio. Es un número al que estamos abonados", señaló en su momento García que en agosto del año pasado había vendido un boleto ganador de la Primitiva (528.000 euros) "En septiembre fueron 1.883.627 euros en la bonoloto y en diciembre, el joker. Lo que nos falta es el gordo", había concluido. Pero es que la suerte en la comarca no sólo se queda en Avilés. En agosto, en Cancienes, se vendieron 30.000 euros y en septiembre, esta vez en Piedras Blancas, 60.000 euros.

"No sabemos a quién le vendimos los décimos", aseguró Arias. Su despacho de lotería es también es un bar. "No estamos en el centro, así que tiene que ser alguien del barrio, un cliente habitual", barruntó Arias. "No ha venido nadie a dar señales de vida", añadió Raquel Velasco. A mediodía, los dos estaban moviéndose de la máquina expendedora a la cocina: boletos, pinchos, refrescos. La satisfacción de los dos loteros no se podía disimular.

"Vinieron de Oviedo con las copias del cartel ganador. Los pegamos en la pared del bar, en la puerta...", señaló Arias que, junto a Velasco, posan sonrientes delante de su local en la calle Fernando Morán. La suerte sigue rondando Avilés y el incremento de la venta de boletos es notable, concluyen los administradores.