Uno de los convenios más singulares de la economía asturiana es el de la industria auxiliar: no existe en ninguna otra provincia española. Afecta a cerca de 4.500 personas que dan servicio en los centros de trabajo de empresas multinacionales tan superlativas como Arcelor-Mittal.

Los representantes sindicales y los de la patronal metalúrgica regional (Femetal) se reunieron ayer en Gijón. Esta primera vez sirvió para nombrar a sus respectivos negociadores. Los sindicatos son Comisiones Obreras (CC OO), Unión General de Trabajadores (UGT) y Unión Sindical Obrera (USO). En total, son quince representantes: la mayoría (9) es de CC OO, después vienen UGT (5) y USO (1).

Buena parte de los 4.500 trabajadores a los que afecta el convenio están empleados en la empresa Daorje, que es la que se encarga del mantenimiento metalmecánico de Arcelor en sus distintos talleres. Se da la circunstancia, de que estos días Daorje y Arcelor negocian la renovación del "supercontrato" (en torno a 65 millones anuales). Otras sociedades a las que afecta el convenio son Imasa, TSK, Isastur... Montrasa-Maessa es otra de las empresas sujetas al convenio, aunque su situación jurídica actual no es la mejor de las posibles dado que se halla en manos de un administrador concursal.

Tras el nombramiento de los negociadores, los tres sindicatos serán citados "en unos pocos días" para presentar una plataforma común; esto es, cada sindicato ha diseñado su lista de peticiones a incluir en el convenio colectivo. En lo que han quedado las tres partes es en sintetizar las tres propuestas con el fin de defender una postura común.

En veinte días han quedado citados los sindicalistas y los representantes de las empresas para establecer el calendario de negociaciones. El convenio de la industria auxiliar es uno de los logros de las luchas sindicales de los años noventa, cuando las crisis se confundían con reconversiones industriales de calado gigantesco.