Avilés ha perdido a uno de los hombres que puso las bases del desarrollo de la náutica deportiva en la ciudad, una actividad que en los últimos años contribuyó a hacer creíble el cambio de usos diseñado para la ría. Ha muerto Aurelio García González. Tenía 88 años y todo el mundo lo conocía como Saborit, un sobrenombre que le venía de familia y que en Avilés remonta a la Segunda República, una época en la que el padre del difunto, Luis García Fernández, ejerció como alcalde circunstancial del PSOE y seguidamente como concejal.

Aurelio García González, «Saborit», fundó el club náutico San Balandrán en 2000, después de que las obras de canalización de la ría echaran a los pocos propietarios de embarcaciones que atracaban en la playa de San Balandrán. La necesidad y el empeño en continuar con las actividades llevó a Aurelio González a seguir trabajando por un aspecto desconocido hasta entonces en Avilés: pantalanes de atraque de embarcaciones deportivas. La enfermedad y la necesidad de ceder el testigo llevó a Saborit a renunciar a la presidencia del club.

En otra faceta de su vida, la de empresario, Saborit regentó un taller de reparaciones navales con sede en la ría. Cientos de armadores, deportivos y pesqueros, confiaron el mantenimiento y el buen funcionamiento de sus naves a este hombre campechano que tenía, ente otras aficiones, la de hacer tertulia con otras gentes de la mar en la sidrería Casa Lin.

El cadáver será recibido mañana a las 5 de la tarde, en la iglesia parroquial de Santo Tomás de Cantorbery, donde se celebrará el funeral de cuerpo presente, y acto seguido recibirá cristiana sepultura en el panteón familiar del cementerio de San Cristóbal de Entreviñas. Entre tanto, la capilla ardiente se halla instalada en el tanatorio del Montán.