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Un estudio de Iván Muñiz localiza los caminos medievales a la costa de Salinas

"Una de las grandes vías de comunicación de Castrillón era el camino real de la costa desde San Cristóbal al litoral", asegura el historiador

La rasa costera de Salinas vista desde San Cristóbal, desde donde en la Edad Media descendía uno de los más importantes caminos de la época. JULIÁN RUS

El historiador y profesor de la UNED Iván Muñiz ha presentado su trabajo "Los caminos del mar", un estudio para el que ha empleado documentación inédita, como testimonios de los siglos XVI y XVII, cartografías, fotografías y memoria oral, que le ha permitido reconstruir los caminos que desde el interior se dirigían hacia el mar, a Raíces y Salinas y al castillo de Gauzón. "En Castrillón una de las grandes vías de comunicación era el camino real de la costa, que recorría los altos de San Cristóbal hacia el Quiloño, las Vallinas, Santiago del Monte y la rasa del Cueplo. Era la gran autovía medieval, surcada por comerciantes, viajeros y peregrinos que se dirigían a Galicia. Además, había distintos ramales que comunicaban poblaciones o los grandes centros de poder del momento".

La génesis de los "Caminos del mar", como los ha denominado Muñiz, tiene mucho que ver con la presencia del castillo de Gauzón y el monasterio de la Merced, en Raíces. "Gauzón era la fortaleza de los reyes de Asturias, sede del alfoz y defensa de la corte ovetense. Tenían que habilitarse caminos. Cuando la villa de Avilés adquirió importancia como puerto, esas vías entroncaban la marina de Castrillón con ella".

El gran problema era la orografía. "Los caminos tuvieron que adaptarse al desnivel entre la rasa de San Cristóbal y la extensa llanura litoral, con el gran arenal del Espartal y la subida de las mareas. Por eso he distinguido entre caminos de bajamar y de pleamar", dijo. "Entre los primeros destaca el camino de Las Arrobias hacia Avilés, que un personaje tan prestigioso como Martín de las Alas describe como camino real, lo que denota su importancia. Por él pasaban carros, caballos y gente de a pie en medio del campo de dunas, con el río Raíces a su lado. Hacia el oeste la ruta proseguía por La Vegona y la usaban los vecinos que acudían a la romería y al mercado agrario del monasterio de la Merced".

Desde Raíces salían otros dos caminos que se utilizaron hasta el siglo pasado. "Remontaban el acantilado de San Cristóbal. Uno salía del castillo de Gauzón, en la "llabadera". El otro era el camino del bosque de los mercedarios que salía desde un puente de madera que cruzaba el río Raíces", indicó. Con la subida de las mareas, los viajeros buscaban otra ruta. "Era el camino de pleamar, por la carril de Peña Tiñosa, en La Vegona, y evitaba adentrarse en la zona inundada por el mar. El problema era la brusca pendiente, que hacía muy complicado subir con carros cargados", dijo.

El uso de estos caminos comenzó a declinar en el siglo XIX. "A mediados del siglo XIX se realizaron informes sobre el futuro trazado de la carretera de la costa de Avilés a Soto del Barco. Se debatía si continuar con el viejo camino real por San Cristóbal o escoger la ruta de las Arrobias. Se optó por esta última, que es el germen de la N-632".

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