El apagado de las cubas de electrólisis de Alcoa hace casi un mes ha dejado tiritando las cuentas del Ayuntamiento de Gozón. Esa cuestión reportará una considerable pérdida de ingresos para el concejo, principalmente, en lo que afecta a la tasa que la multinacional abona por la ocupación de vuelo eléctrico, que en condiciones normales supone una cantidad de 900.000 euros para las arcas municipales anualmente. El resto de impuestos derivados de la fábrica aluminera se reducirá por la parada de las cubas de electrolisis, sobre todo, en lo que concierne al gasto de agua. "Anualmente, recibimos 1,2 millones de euros de Alcoa. De IBI percibimos unos 55.000, de agua, que se reducirá algo, 65.000 euros, de IAE, 250.000 y del vuelo eléctrico, 900.000 euros", detalla el alcalde, Jorge Suárez (PSOE), que ve como el segundo mayor ingreso que recibe el concejo está tambaleándose, tras el impuesto de bienes inmuebles que abonan todos los propietarios de viviendas en el concejo
El impuesto de bienes aporta anualmente a las arcas municipales del concejo 25.000 euros en concepto de inmuebles rústicos, 3.300.000 euros de urbanos y 250.000 de especiales. En total, el recibo de la contribución aporta 3.575.000 euros al presupuesto de cada año.
"Ahora, en estos momentos, tenemos el año 2018 cubierto en lo que a las aportaciones de Alcoa se refiere. Sin embargo, teniendo en cuenta que las cubas funcionaron solo mes y medio de 2019, veremos reducidos considerablemente esos ingresos", señala el Regidor, que calcula que la cantidad a percibir tras la parada de las cubas supondrá unos 500.000 euros menos para las arcas municipales.
El Ayuntamiento tendrá que apretarse más el cinturón y si cabe, no quedará más remedio que recortar entre 200.000 y 300.000 euros del capítulo 1 del presupuesto, el que afecta directamente al personal municipal. Ese batacazo para los trabajadores de Alcoa y por extensión para el Ayuntamiento, también afectará notablemente a las inversiones municipales. "En el borrador del presupuesto -que no salió aprobado- ya advertí de estas circunstancias", señala el regidor gozoniego, que confía en que en los próximos meses haya una solución para la multinacional y el trabajo del Principado de Asturias y el Ministerio de Industria sirva para encontrar un inversor. "Hay que mantener la esperanza y pensar en el futuro", remata.
