La futura restauración de las marismas de Maqua conllevará el soterramiento de la línea de alta tensión que cruza sobre la parcela afectada, de unos 100.000 metros cuadrados junto a Zeluán; la construcción de una senda en torno a la nueva laguna que se obtenga con la retirada de un amplio volumen de material de relleno y la extracción de las plantas invasoras, como la "Cortadeira selloana" (plumero de la Pampa). Eso sí, para eliminar esas especies, la promotora del proyecto, la dirección general de Sostenibilidad de la Costa y del Mar del Ministerio para la Transición Ecológica, no deberá utilizar métodos químicos, como el glifosato, "por su elevada toxicidad".
El Ministerio que dirige Teresa Ribera publicó ayer la resolución sobre el impacto ambiental del proyecto de regeneración de las marismas que concluye que "no es necesario" someter el plan a evaluación ambiental ordinaria "ya que no se prevé efectos adversos significativos sobre el medio ambiente, siempre y cuando se cumplan las medidas y condiciones establecidas en el documento ambiental y en esta resolución". La dirección general de Biodiversidad y Calidad Ambiental, tras analizar las alegaciones presentadas al proyecto por diversas entidades y asociaciones, planteó a sus promotores varias medidas, todas ellas aceptadas y ya incluidas en el proyecto final: la realización de un "estudio pormenorizado" de los materiales que se retirarán de la parcela "ya que su naturaleza es muy variable", la eliminación de las especies tóxicas mediante un método mecánica de "manta antihierbas" y el soterramiento de la línea de alta tensión.
"La restauración de las marismas implica un aumento considerable de la avifauna, suponiendo el tendido eléctrico y los apoyos que se sitúan en el perímetro de la zona inundable una especial peligrosidad para las aves y una causa importante de mortalidad por accidentes", expone el documento, publicado ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Según la dirección general de Sostenibiliad de la Costa y del Mar, el análisis de la composición del suelo de la parcela donde se recuperará la marisma puso de relevancia "que no existen evidencias de afección a las aguas subterráneas por componentes de carácter peligroso de origen humano y que el riesgo para la salud es aceptable y el riesgo para los ecosistemas, compatible". El organismo también afirma haber mantenido "conversaciones" con el titular de la línea eléctrica y "éste muestra su conformidad a soterrarla".
Así las cosas, el proyecto incluye la retirada de 0,7 hectómetros cúbicos de materiales de relleno que ahora ocupan la parcela y que se reubicarán, "gran parte", rodeando el área excavada "con el fin de procurar cierto grado de aislamiento y protección del entorno inmediato -carreteras, industria, núcleos de población...-. En ese entorno se plantarán especies herbáceras, arbustivas y arbóreas autóctonas, como sauces, avellanos, laureles, robles, abedules o fresnos, "con el fin de generar zonas de refugio y alimentación para la fauna del enclave recuperado y revalorizar el enclave desde el punto de vista ambiental, didáctico y recreativo". También plantea la eliminación de los plumeros no solo en la parcela sino también en el recinto de la depuradora de Maqua para "evitar nuevos focos de infección". La laguna se nutrirá del agua del río Vioño.
El proyecto del Ministerio incluye la construcción de una senda perimetral que contará con puntos de observación de aves, con vistas tanto a la laguna como a los islotes.
El documento que salió ayer en el Boletín Oficial del Estado se establecen también las condiciones con las que se realizarán el movimiento de tierras y los trabajos para la recuperación de la marisma para así tener el menor impacto posible a la flora y la fauna así como en la calidad del agua del río Vioño y la ría de Avilés.
