Los anguleros que faenan en la desembocadura del río Nalón, entre La Arena (Soto del Barco) y San Esteban (Muros de Nalón) pescaron en la costera que acaba de poner punto final 896 kilos de angula, una cantidad que está lejos de los 1.078 obtenidos en 2017 y a distancia de aquellos años en los que "se cogía a calderados". En la campaña que se despide hasta el próximo noviembre, los anguleros tampoco disfrutaron de precios exquisitos: el kilo de angula se pagó, de media, a 330 euros, casi cien euros menos también que en 2017.
"La temporada fue mala, tuvimos mala suerte: vino el tiempo de verano en pleno invierno y a nosotros lo que nos interesa es la borrasca", explicó el patrón mayor de la cofradía "San Juan Bautista" de La Arena, Eloy Sopeña. La cosa es que la costera de la angula ya empezó floja: el primer lote de la costera se ruló el 5 de noviembre casi como si fuera una baratija (a 509 euros el kilo, 429 menos que en 2017), en comparación con el precio registrado unos días antes en Ribadesella, que fue de 4.970 euros. Los anguleros, por entonces, ya mostraron su disgusto.
Los cuatro meses de costera no fueron mucho mejor. En noviembre se capturaron 191 kilos que se rularon, de precio a medio, a 399 euros el kilo. En diciembre se cogieron 181 kilos que se vendieron a 471 euros, en este caso gracias a las ventas navideñas. En enero se pescaron 127 kilos que se vendieron a 346 euro y en febrero 251. "Ahora no queda otra que esperar hasta el próximo año", manifestaron los pescadores de un "manjar" conocido por nombres tan variopintos como futuros del mar, serpientes del Nalón, reinas de la mesa o, simplemente, angulas. A la hora de poner nombres al "oro blanco del Nalón" se activa la imaginación, pero si se trata de describir el valor gastronómico los comensales coinciden: es una tentación sabrosa. De ahí el éxito del pasado XXXIII Festival de la angula de San Juan de la Arena.
