El incumplimiento del techo de gasto por parte del Ayuntamiento de Avilés en 2018 y la necesidad, ahora, de aplicar un plan económico hasta finales de 2020 no supondrá "recorte alguno" en las políticas públicas. "Ni siquiera tendremos que pedir autorización al Ministerio de Hacienda para pedir un crédito", aseguró ayer la concejala de Hacienda, Raquel Ruiz. El plan, que el gobierno local tendrá que aprobar en Pleno y remitir al Principado y al Estado, solo tendrá una línea de actuación: mejorar la planificación y periodificación en la ejecución de las inversiones tanto de este año como de las del que viene. Esa decisión, será además, "beneficiosa" para el Consistorio, ya que le permitirá aumentar en dos millones de euros el techo de gasto, ahora fijado en 41,8 millones. En la liquidación de 2018, ese tope se sobrepasó hasta los 43,2 millones.

"Hacer un plan económico no tendrá consecuencias, al contrario, nos permitirá consolidar un crecimiento que se fue perdiendo con los años. Hemos seguido una ejecución normal del presupuesto y hemos ido cubriendo todas las necesidades", aseguró Ruiz. El problema, según la concejala, es que cada año se "limita más a los ayuntamientos a la hora de hacer inversiones". "Con estas limitaciones, los ayuntamientos hemos tenido que ir reduciendo el techo de gasto para no sobrepasarnos y para conseguirlo o se recorta en gasto social y de servicios públicos o no se hace nada y nos pasamos. Nuestra prioridad es seguir gastando con normalidad porque sabemos que el plan no nos perjudica ya que cumplimos con los indicadores de estabilidad presupuestaria, deuda y pago a proveedores. Somos un ayuntamiento saneado", aseveró la concejala de Hacienda.

Ahora, el siguiente paso será llevar al pleno de marzo la aprobación de la liquidación del presupuesto y, en abril, debatir el plan económico. Ayer, la oposición fue cauta a la espera de más información. La más contundente en la crítica fue Llarina González, portavoz de IU, que acusó al gobierno del PSOE de "mala gestión y mala planificación". "Puede haber una pequeña parte que venga de cosas sobrevenidas, pero no es la dinámica general que vemos en el Ayuntamiento. Responde a una falta planificación y a que el gobierno local actúa a golpe de ideas", aseveró González.

Para Primitivo Abella, la situación de incumplimiento de la regla de gasto de 2018 procede de la falta de ejecución del presupuesto de 2017. "Entonces, se dejaron sin ejecutar cuatro millones de euros en obras comprometidas y eso afectó a 2018, que quedó limitado", afirmó el edil de la formación morada.

Carmen Pérez Soberón, portavoz de Ciudadanos, afirmó, por su parte, que "es necesario revisar la regla de gasto". "Carece de sentido que ayuntamientos con superávit no puedan no sólo mejorar los servicios públicos sino bajar impuestos y tasas a sus ciudadanos. La regla de gasto actual tiene además un efecto perverso en cuanto que el ahorro de un año limita el gasto del año posterior", aseveró.

Alfonso Araujo, concejal no adscrito, afirmó no entender cómo el Ayuntamiento de Avilés incumplió la regla de gasto teniendo un presupuesto, el de 2018, aprobado y con unas partidas fijadas: "No hay excusa posible para incumplir y más cuando tienes a tu disposición a los funcionarios". Carlos Rodríguez de la Torre, portavoz del PP, prefirió esperar a recibir explicaciones de la concejala de Hacienda antes de hacer una valoración.