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Los vecinos de Llaranes piden pantallas acústicas en el acceso a la autopista

Los residentes plantean como alternativa a los paneles que se limite la velocidad a 50 kilómetros por hora en el tramo que afecta al barrio

Mónica Ardid, asomada a la ventana de su casa, a pie de autopista. MARÍA FUENTES

Los vecinos de Llaranes representados por Gabriel Alzola al frente del colectivo "Santa Bárbara" han solicitado que se instalen mamparas anti ruido en el acceso a la autopsia AI-81, conocida como "Y", en el tramo que afecta al barrio o bien se limite la velocidad a 50 kilómetros por hora en el mismo recorrido para evitar molestias a los residentes de la calle Gijón e inmediaciones. "Ahora que está a punto de terminar la obra para unir el PEPA (Parque Empresarial Principado de Asturias) y la margen derecha del puerto con la 'Y', es un buen momento para que nos escuchen y tomen medidas para evitar el ruido", explicó Alzola.

Las casas más afectadas por su proximidad a la antigua "Y" son "dos o tres que están a escasos metros de la carretera". "Ahora que la vía ha pasado a ser de titularidad del Principado creemos que es un buen momento para que escuchen nuestra reivindicación", matizó Alzola, que ya ha puesto la petición en oídos de la alcaldesa de Avilés, la socialista Mariví Monteserín.

Los vecinos solicitan además que se mejore el vallado del entorno, especialmente en las inmediaciones de la calle Gijón, también llamada la calle cortada por los lugareños. "Hace tiempo se rompió una valla y no se repuso así que cualquier peatón puede salir a pie a la autopista desde ahí", explicó el líder vecinal.

El gran nudo de asfalto que permitirá, conectar uno de los grandes polígonos de la región, el del PEPA, es ahora un ir y venir de camiones, grúas y trabajadores que conocen al dedillo un terreno complicado, en el que tienen que convivir con el tráfico intenso de la antigua AI-81. Siete grandes estructuras -la mayor, de 298 metros de longitud- componen el entramado que posibilitará que los camiones de las empresas puedan salir directamente hacia Oviedo y Gijón -y de ahí a la autovía del Cantábrico-, hacia la variante de Avilés o hacia la ciudad.

En septiembre de 2017 se reanudaron los trabajos tras dejar atrás años de conflicto entre el Principado y el Ministerio de Fomento para hacer el "pinchazo" entre la autopista y la carretera de conexión con el Parque Empresarial Principado de Asturias y desde entonces el ritmo no ha bajado. El Principado ha invertido cerca de 28 millones en esta actuación, que se desarrolla en una zona muy comprimida físicamente y altamente compleja desde el punto de vista de la seguridad vial. Está previsto que los trabajos finalicen en cuestión de semanas.

La correcta integración de las obras en el medio se logra con medidas correctoras del impacto ambiental, tales como la hidrosiembra de taludes de desmonte y terraplén para cubrir una superficie de más de 25.000 metros cuadrados, y la utilización de escolleras. También hay medidas de protección acústica mediante el empleo de más de 2.000 metros de pantallas anti ruido. Los vecinos de Llaranes quieren beneficiarse de estas mamparas , o si no reclaman una rebaja de la velocidad en la salida de Avilés hacia Oviedo o Gijón.

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