El juicio del "Caso Niemeyer", que se prolongará hasta mediados de mayo en sesiones alternas, ya va con retraso. El organigrama inicial del tribunal fijaba para la jornada de apertura el interrogatorio del principal acusado, Natalio Grueso, y el de su exmujer, Judit Pereiro. Ni siquiera se terminó con el primero. El de Pereiro ha quedado pendiente para hoy, cuando el plan del Tribunal era que hablasen el agente de viajes José Manuel Vigil; el exsecretario del patronato de la Fundación del Niemeyer, José Luis Rebollo; y el exdirector de producción del centro, Marc Martí.
Rebollo fue el único de los cinco que no se sentó en el banquillo de los acusados, puesto que se representa a sí mismo. Ocupa uno de los asientos del estrado reservado a los abogados defensores, donde también tiene una silla un abogado en representación de Viajes El Corte Inglés (se personó como responsable civil subsidiario).
De las relaciones del Niemeyer y la agencia de viajes se habló mucho en la sesión de ayer. Y es que la mayor parte de toda la facturación en tela de juicio está relacionada con servicios prestados por esta empresa.
El fiscal leyó un correo electrónico que remitió José María Vigil a José Luis Robollo y Grueso, en el que se manifestaba agobiado por la deuda acumulada con el Niemeyer: "Sobre la deuda, que tengáis en cuenta que no puedo cumplirlo durante más tiempo. Estoy arriesgando mi puesto de trabajo más allá de lo razonable. Tengo una inspección de mi central en Madrid. Es motivo de despido inminente". Y otro en el que explicaba que había dado por cobrada la deuda porque era "la única manera de engañar al departamento para poder funcionar (...). No puedo más, ni duermo".
Grueso dijo al respecto que era consciente de que Vigil "estaba muy preocupado" por las presiones de la empresa, pero "no se está ocultando nada". Es más, aseguró que llegó a viajar a Madrid con el expresidente del Principado Vicente Álvarez Areces "para ver al presidente de El Corte Inglés, Isidoro Álvarez, para hablar de esto".
Está previsto que el resto de acusados comiencen a declarar hoy, salvo una nueva dilación en los interrogatorios. José María Vigil está acusado de un delito de estafa y como cooperador en otro continuado de malversación (afronta ocho años); las asucaciones ven a José Luis Rebollo cooperador necesario de un delito societario continuado (dos años y tres meses de cárcel); a Judit Pereiro, cómplice de un delito continuado de malversación (dos años y seis meses), y a Marc Martí cómplice de malversación (año y medio).
