La propuesta de habilitar un hotel canino en la localidad de El Truébano no convence a la asociación de vecinos de Villaque argumenta su rechazo en varios frentes: la finca en cuestión "está afectada por una servidumbre de paso para servicios hidráulicos y además su ubicación está a menos de cien metros de una ganadería y a menos de 150 de viviendas".

El tesorero de la entidad vecinal, Juan José Miranda, ha realizado un concienzudo estudio del terreno. "Asturias carece del reglamento de actividades molestas, insalubres, nocivas y peligrosas (Raminp), pero en otras comunidades, la normativa es muy exigente para este tipo de instalaciones. En Extremadura, no se puede habilitar un hotel canino a menos de 500 metros y a 1.000 en Valencia", señala Miranda, que advierte de que esas medidas son para evitar posibles enfermedades por la presencia de animales.

"En el caso de la instalación prevista en El Truébano, estaríamos hablando de 58 perros", apunta el tesorero de la entidad vecinal, que define el terreno donde se pretende instalar la perrera como un "anfiteatro" que generaría molestias a los vecinos. "Habría ladridos 24 horas durante 365 días, cuestión que es normal, pero tal cual está concebido el plan afectaría a los vecinos de Traslaiglesia, Pevidal y La Llamera", apuntó Miranda, que alertó también sobre las perras en celo y su "efecto llamada", lo que, a su juicio, generaría un mayor impacto acústico en esta parroquia rural.

Otro asunto que destaca el escrito presentado ante la consejería de Medio Ambiente es la falta de atención a los residuos sólidos y excrementos derivados de la presencia de animales. "¿Cómo se van a eliminar esos residuos y los olores derivados?", se preguntó Juan José Miranda.