Los propietarios del edificio de La Fontana, ubicado en el número 3 de la plaza de España, en el que opera el geriátrico privado investigado por dejar solos a los usuarios de noche, tienen a su favor una orden de desahucio sobre los inquilinos, respaldada por dos sentencias, por no pagar el alquiler desde enero de 2018 y funcionar sin contrato de alquiler desde el 26 de mayo del mismo año. "Son okupas", aseguran. Este centro está siendo inspeccionado por el Principado después de que la Policía Nacional encontrase a uno de los mayores que habita en él deambulando solo por la calle en la madrugada del domingo al lunes y se percatase de que no había cuidadores a esa hora.

La gestión corre a cargo de dos hermanas. Según las fuentes consultadas, las arrendatarias tampoco pagan impuestos de basuras, ni de agua, ni a los proveedores. Además, sobre ellas pesaron, al menos, siete casos de impagos a trabajadores e irregularidades laborales, como no darles de alta en la Seguridad Social, según el sindicato Comisiones Obreras. Estos problemas se terminaron solucionando hace unos meses, aunque dos de los casos terminaron en los tribunales.Los problemas se acumulan para esta residencia privada, después de que ayer el Principado de Asturias abriera un expediente sancionador contra ella. Esta medida, impulsada por la Consejería de Servicios y Derechos Sociales, se basa un informe de la Policía Nacional, después de que dos agentes encontraran en plena madrugada a uno de los internos caminando por la calle y a otro durmiendo en el suelo."Auxilio, estamos en una cueva y mi amigo se ha caído", fue el grito desesperado de un hombre que a las cuatro de la madrugada alertó a los agentes, que tras constatar que era usuario de la residencia, le acompañaron a la misma. En ella, los dos policías se encontraron con 17 mayores aparentemente sin nadie a su cargo, uno de ellos en el suelo. Si bien, según fuentes cercanas a las gestoras, una de ellas estaba en el interior del edificio, durmiendo en la segunda planta.Estas mismas fuentes niegan que hubiera un anciano yaciendo, sino que estaría atado a la cama, por prescripción médica, debido a los ataques de epilepsia que sufre. Por precaución, fue trasladado al San Agustín, volviendo a la residencia poco después. Este medio trató de ponerse ayer en contacto con los gestores del geriátrico, pero rehusaron hablar. Sí se pudo contactar con algunos familiares de los internos, que se mostraron muy sorprendidos. "El trato es bueno", indicaron.Respecto a los impagos que sufrieron varios trabajadores del geriátrico hace meses, Comisiones Obreras cita el caso concreto de una empleada, que desarrolló su labor durante un mes y no recibió el salario correspondiente, argumentando las gestoras que "estaba a prueba". O el de otra a la que le ofrecieron fraccionar la deuda y ni por ello tuvo facilidades para cobrar su sueldo. Dos de estos casos han terminado en los juzgados.Desde el CC OO también

se basa un informe de la Policía Nacional,

"Auxilio, estamos en una cueva y mi amigo se ha caído", fue el grito desesperado de un hombre que a las cuatro de la madrugada alertó a los agentes

sino que estaría atado a la cama, por prescripción médica, debido a los ataques de epilepsia que sufre. "El trato es bueno", indicaron.

el caso concreto de una empleada, que desarrolló su labor durante un mes y no recibió el salario correspondiente,

critican los bajos sueldos, las excesivas horas de trabajo y el déficit de material de los trabajadores