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Pedro Menéndez, inspiración de artistas

Cinco siglos después de idear el sistema de navegación por convoyes, luchar contra los corsarios y conquistar La Florida, el marino avilesino protagoniza lienzos, pósteres y portadas

Cómic de Miguel Solís y Pepa Sanz

C. G. MENÉNDEZ

Pedro Menéndez no solo está presente en los libros de historia. El intrépido marino, el militar de heroicas hazañas y el caballero de porte estilizado protagoniza este año, en el que se conmemora el quinto centenario de su nacimiento, portadas de cómics, cuadros, logotipos, vinilos gigantes y hasta trampantojos. Cinco siglos después de idear el sistema de navegación por convoyes, luchar contra los corsarios, expulsar a los hugonotes de La Florida y conquistar ese territorio, entre otras muchas acciones, se ha convertido en la musa de numerosos artistas, caso del pintor Amado González Hevia, "Favila"; el ilustrador Miguel Solís, o el diseñador Alberto Cimadevilla, que lo han plasmado o están en vías de inmortalizarlo sobre diferentes soportes.

"Cuando me puse a crear la ilustración de Pedro Menéndez analicé las figuras de los conquistadores y me di cuenta de que en todas aparecen marciales, mirando al frente y avanzando, así que decidí hacer algo original", señala Alberto Cimadevilla, autor de la imagen institucional de los actos del V Centenario del aventurero avilesino. El diseñador natural de Oviedo reconoce que le costó encontrar un punto de vista diferente a los existentes. "Me llevó unos cuantos bocetos dar con una visión distinta", dice. La búsqueda de esa nueva perspectiva concluyó al situarlo de costado, en una actitud más reflexiva. Su objetivo era que "con un solo golpe de vista, la imagen reuniera al conquistador y al pensador que tiene el mundo en sus manos como si de un invento se tratara, por eso la bola que sostiene y en la que aparece La Florida pintada de verde", comenta, satisfecho con el resultado final del diseño, "aunque creo que me salió un poco quijotesco".

Frente al Pedro Menéndez del logotipo de Alberto Cimadevilla, que aparece sólo, se encuentra el cómic con dibujos de Miguel Solís Santos y textos de María Josefa Sanz Fuentes que resume la vida del militar y en el que aparecen los personajes que han formado parte de su trayectoria personal y profesional. Dirigido al público joven, para este tríptico, el ilustrador echó mano de la iconografía existente, "un grabado del siglo XVIII del que bebe todo el mundo y donde aparece un Pedro Menéndez con la mirada puesta en el horizonte, con barba, con la cruz de Santiago en su vestimenta, agarrando un astrolabio, con unas cartas marinas y de fondo el barco 'San Pelayo'", relata."

Del conjunto de viñetas que ocupan las seis caras de la obra, Solís destaca dos, correspondientes a sendos planos de Avilés y Santander, ciudades de nacimiento y fallecimiento del marino. En la primera "quería coger la ciudad desde la ría hacia dentro para ver mejor los lugares que dan información de su vida, como el palacio de los condes de Canalejas o la iglesia de los franciscanos; también se ve el río Tuluergo en toda su longitud", comenta. En cuanto al plano de la capital cántabra, para reconstruir la ciudad de la época se basó en un grabado realizado por un alemán tras la muerte del militar.

En la ardua tarea de comprimir en pocas viñetas la historia de Menéndez, Solís indica que "hubo que reducir y dejar cosas fuera, como el viaje en busca del hijo perdido en el triángulo de las Bermudas, porque no se puede saturar mucho una historia ilustrada para guajes". Para la composición de esas viñetas ha empleado la técnica de romper la cuarta pared, consistente "en dejar alguna abierta para aligerar la lectura y para que respiren las otras", comenta, y pasa a explicar el proceso que sigue en la elaboración de un trabajo. "Cuando voy a hacer una historia, tengo el guión y lo distribuyo, hago un diseño general con los pesos específicos del texto y de la escena plástica; valoro romper la cuarta pared, hacer viñetas circulares, realizo varios bocetos y cuando está todo bien distribuido lo paso a dibujo definitivo", manifiesta este artista que reconoce haber disfrutado de la colaboración con Josefa Sanz. "Lo pasamos muy bien".

Pedro Menéndez también ha salido de los pinceles de Favila, en una de las ocasiones, por encargo de la Casa Real. Le pidieron un retrato del insigne marino para que el rey Felipe lo regalara a la ciudad de San Agustín en el transcurso de un viaje a Estados Unidos. A esta obra le sucedieron otras y bien su último trabajo sobre el navegante tuvo como destino el número de la revista "El Bollo" a punto de ver la luz, en el que aparecerá acompañando un artículo sobre el personaje histórico ahora homenajeado con motivo de los 500 años de su nacimiento.

Precisamente por esta celebración, Favila, junto a sus alumnos y colaboradores, tiene el proyecto de pintar un trampantojo en el suelo de La Grapa. "Ya está hablado con el Ayuntamiento, tenemos el boceto, que mediría aproximadamente 20 metros, y presenta a Pedro Menéndez saliendo de lo más profundo. Abajo se ve el galeón 'San Pelayo' y la tripulación, asoma la proa del barco y sale el mástil de la mayor, donde está el vigía", detalla el artista, cuya idea es inaugurar la original obra coincidiendo con la visita de alguna delegación de San Agustín de La Florida a Avilés. "Tardaríamos una semana en hacerlo y como se basa en una distorsión óptica, que pasas al lado y no lo ves, pintaremos unos pies para indicar a la gente el lugar en el que tiene que situarse para apreciarlo en su conjunto", concluye el coordinador del trampantojo que, si todo sale según lo previsto, se instalará en el acceso peatonal al Niemeyer en homenaje a Pedro Menéndez.

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