IU presentó una moción para exigir al gobierno local un plan para impulsar el reciclaje de residuos orgánicos a través de un plan municipal por "una cuestión medioambiental y otra económica para evitar sanciones de Europa" si no se desarrolla antes de 2020. El resto de grupos de la oposición apoyó la iniciativa y el PSOE, en boca de su portavoz, Jorge Suárez, le pidió que retirara la moción y lo explicó así: "Ya que se trata de una cuestión en la que el Gobierno lleva tiempo trabajando y no deseamos que IU intente apropiarse de un proyecto en el que ya se está trabajando, como han hecho otras veces". Fue entonces cuando todos los grupos hicieron piña en torno a la portavoz de la coalición, Sara Paz, y contra la "falta de decoro democrático", como definió la edil forista, Teresa Domínguez, la petición de retirar la moción por parte de las filas socialistas.

Tras varios dimes y diretes y debatir otros asuntos durante el Pleno, llegó el turno de ruegos y preguntas. El último en intervenir fue de nuevo el portavoz municipal del PSOE, Jorge Suárez, que le pidió al alcalde, Iván Fernández, que mostrara datos sobre la labor municipal realizada en el campo del reciclaje de residuos orgánicos. El regidor tomó la palabra, abrió un documento y se dispuso a leer algunos de sus contenidos vinculados con el reciclaje de residuos. Y apuntó entre otros datos que el 48,34 por ciento de los residuos son de materia orgánica. Al final, Fernández reconoció que el documento leído "era un estudio elaborado a partir de otros de otros ayuntamientos".