La iglesia de Piedras Blancas se llenó ayer de dolor durante el funeral por el joven camarero de origen cubano Adrián Paz Díaz, de 22 años, fallecido el viernes en un accidente de tráfico en Vegarrozadas, cuando su coche colisionó brutalmente contra otro vehículo, dejando a su conductor herido. Sobre el féretro, había un osito de peluche que la familia del difunto depositó antes de que la caja saliera del coche fúnebre, una labor ardua porque la madre, Elsa Díaz, quiso abrazar a su hijo por última vez y los familiares que la acompañaban no eran capaces de apartarla.

El funeral, oficiado por el sacerdote Adolfo Manuel Álvarez Sánchez, vicario parroquial de Laspra-Piedras Blancas-Pillarno-Quiloño y capellán del hospital San Agustín, donde trabaja la madre del fallecido, comenzó a las siete de la tarde. Dos horas antes había llegado de Cuba el padre del difunto, Gregorio Paz, al que el joven tenía intención de visita el próximo mes de agosto, durante las vacaciones que tenía programadas en la sidrería Casa Pablo de Piedras Blancas, en la que trabajaba desde hacía dos años y que ayer permaneció, como el viernes, cerrada al público. "Abriremos mañana (por hoy domingo)", señaló el camarero David Inclán.

Muchos amigos de Adrián Paz acudieron a la iglesia de Piedras Blancas. "Lo conocemos desde que llegó a España hace siete años. Somos de Avilés y era de nuestro grupo de amigos", explicaron Rubén Alonso y Florín Alivizache, sin poder contener las lágrimas. "Su pasión eran los coches y, por ello, el viernes hicimos una quedada de coches en la explanada del tanatorio y por Piedras Blancas. Fue el homenaje que se nos ocurrió", añadieron.

"Era buena gente, lo conocíamos de la sidrería. Era una bella persona y muy amable, cuando nos enteramos del accidente no nos lo creíamos", señaló el matrimonio formado por Elena Castaño y Ángel Miranda. "Somos de Turón, pero venimos mucho por Castrillón porque tenemos un apartamento en Salinas y venimos al funeral porque nos ha dado muchísima pena", añadió.

El joven Adrián Paz Díaz falleció el viernes en un choque brutal en la recta de Vegarrozadas. De madrugada, y en un tramo limitado a 50 kilómetros por hora, invadió a gran velocidad el carril contrario cuando se dirigía a Piedras Blancas en su Renault Megane. Chocó de frente contra el Hyundai Tucson en el que el castrillonense Francisco Sampedro "Kiko", de 44 años, se desplazaba a su puesto de trabajo en Pravia. El accidente se produjo a las 4.45 horas. Sampedro continúa ingresado en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) a donde fue trasladado después del accidente y donde se recupera de las heridas sufridas.