El Gobierno del Principado sacó ayer pecho en relación con la calidad del aire. "Los datos son cada año mejores" y "soportan, con nota destacada, comparaciones con países referentes de la Unión Europea (UE)", señaló el viceconsejero de Medio Ambiente, Benigno Fernández Fano, en la inauguración de la Jornada Técnica sobre calidad del aire en Asturias organizada ayer por el Clúster de Industrias Químicas y Procesos del Principado (IQPA) en la residencia de La Granda. Asistieron representantes de las principales empresas de la región.

El Viceconsejero destacó que se pautan planes con las industrias para mejorar la calidad del aire, "comprometiendo inversiones, en algunos casos, de cifras millonarias destinadas a mejoras medioambientales y no productivas". Subrayó que las "exigencias medioambientales" que se imponen a las industrias en Asturias "son de las más exigentes de la UE", pero lamentó que la calidad del aire se haya convertido "en un objeto de lucha social", porque una parte de la ciudadanía "no reconoce la realidad" y utiliza "datos de estaciones que no miden la calidad del aire que respiran los habitantes, con plena conciencia de lo que hacen, poniendo en duda cualquier afirmación o validación de los resultados", en referencia a algún dirigente ecologista.

Este mismo discurso fue el que siguió en la clausura el consejero de Infraestructuras, Fernando Lastra. "El futuro nos importa, ya lo dijo Allen, porque allí es donde vamos a vivir. La política es la intervención en la resolución de conflictos, es la facultad de gestionar las pérdidas de confianza. Debemos decir a los ciudadanos lo que tienen que saber, no lo que quieren oír. Y lo que deben saber es que la red de estaciones de medición ambiental asturiana es la de mayor fortaleza de España junto a la de Canarias. Podemos mejorarla y ampliarla, pero los datos son los datos: somos los más fiables".

Ignacio Vigil Álvarez, el presidente del Clúster IQPA, se encargó, junto al consejero Fernando Lastra, de despedir una jornada de trabajo. Vigil advirtió en su discurso sobre "la sobrerregulación" ambiental. Dijo que su organización aboga "por mejorar la regulación existente reduciendo su impacto económico". Y es que "si se imponen límites más restrictivos, esto puede derivar en una exigencia inversora que deje a las industrias asturianas en situación de desventaja frente a sus competidoras". En este sentido, Vigil aseguró que la responsabilidad que se exige a la industria química "también se debe exigir a los productos que importamos y comercializamos en Europa. El impacto al medioambiente es global, con independencia de donde se produzca", destacó.