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MARTÍN ÁLVAREZ ESPINAR | Responsable de la oficina W3C España

"La tecnología va a formar parte del ADN de cualquier explotación ganadera"

"Podemos llegar a afinar tanto como para saber qué forraje conviene para hacer determinado queso"

Martín Álvarez Espinar. M. FUENTES

Martín Álvarez Espinar es el responsable de la oficina W3C España. Es ingeniero informático y ayer impartió la ponencia "Los datos, la nueva materia prima del siglo XXI" durante la celebración del 20º aniversario de Aseagro.

- ¿Qué cometido desempeña la oficina W3C?

-Somos los creadores de la web y estandarizamos tecnología; es decir, creamos estándares que no vemos pero que están presentes en nuestro día a día. Esos estándares hacen posible que podamos usar el móvil o poder ver Netflix en el televisor a través de la web. Son las tuberías de internet. Somos los que creamos la tecnología básica para que alguien pueda hacer sitios web y aplicaciones para que después otros puedan usar o crear servicios y productos.

- ¿De qué manera pueden ayudar las nuevas tecnologías al sector primario?

-Nadie concibe ahora vivir sin la web y eso mismo le ocurre al sector primario. Se está haciendo una transformación digital que va calando poco a poco; al artesano se le da una tablet para que pueda tener control de la facturación, entre otros cometidos. Se generan nociones básicas para la gestión de recursos humanos y también de los procesos administrativos. Ahora pretendemos ir un poco más allá para poder mejorar los procesos productivos y acometer mejoras en las explotaciones agrarias y ganaderas, como monitorizar el campo en el que sembramos. También podemos controlar la humedad y analizar cuándo se debe recolectar o estudiar cómo evitar enfermedades de las reses de las ganaderías. Es decir, proponemos emplear la tecnología para mejorar los procesos productivos y optimizar la producción.

- El sector agroganadero ha cambiado mucho en los últimos años. Por ejemplo, los ganaderos antes ordeñaban a mano y más tarde comenzaron a utilizar las ordeñadoras eléctricas. ¿El siguiente paso es, entonces, influir en la mejora de la producción desde una página web?

-Con la tecnología se puede analizar, por ejemplo, cual es el mejor forraje para la producción de un queso concreto, podemos llegar a afinar esas necesidades de la industria.

- Entiendo que esos cambios del sistema requieren un esfuerzo extra para los agricultores y ganaderos que solicitan estos servicios.

-No es un esfuerzo extra, es un cambio de paradigma. Los usuarios han de buscar qué quieren optimizar en sus explotaciones y deberán hablar con expertos que les ayuden a desarrollar ese sistema. La tecnología se adapta a las necesidades concretas. La parte más importante es encontrar esa necesidad que mejora el proceso. Por ejemplo, con el vino se hace una analítica de datos para conseguir que tenga el mismo sabor año a año. Se hace para mantener la calidad, minimizar los esfuerzos y, sobre todo, mejorar la producción. Al final, hay que ofrecer confianza y seguridad al cliente. Las tecnologías influyen en muchos aspectos, que quizá no tenemos en cuenta en el primer momento pero que van a formar parte del ADN de cualquier explotación.

- ¿De qué manera puede afectar el "open data", el hecho de compartir información, al sector primario?

-Dentro del paradigma del "open data", un concepto que surge en el ámbito de las administraciones públicas, podemos usar esos datos y vincularlos a las explotaciones. Se pueden utilizar datos estadísticos y socioeconómicos que sirven para hacer estudios de mercado de cara a vender cualquier producto, o información de índole geográfica a la hora de instalar una ganadería, o datos meteorológicos provenientes de la Aemet. Esos datos son aportados por las administraciones públicas y podríamos utilizarlos de forma confiable sin preocuparnos de cara a mejorar las explotaciones.

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