El temporal de los últimos días ha hecho que el descanso de los pasajeros a bordo del crucero "Braemar" fuera algo tormentoso en alta mar; por eso los cruceristas se apuraron ayer a la hora de dejar el buque para pisar tierra firme a los pies del Centro Niemeyer. El crucero, el primero de las cinco escalas programadas en la ciudad para este año, atracó en Avilés no sin dificultad por el fuerte oleaje alrededor de las 8.30 horas. Los pasajeros, la mayoría británicos de mediana edad, se mostraron contentos por participar en la singladura aunque el mal estado de la mar les impidió visitar Santander, escala previa a Avilés en su viaje de varias noches de Southampton, en la costa sur de Inglaterra, a La Coruña, en Galicia.
"It's sunny!, it's sunny!" (¡hace sol!), exclamaba alborozada una crucerista mientras recogía un mapa del casco histórico en el jardín japonés que decora el muelle del Niemeyer. Mientras unos cuantos pasajeros se interesaban por plazoletas soleadas, otros mostraron curiosidad por la mole de hormigón blanco que les dio la bienvenida: el Niemeyer. "It's possible to visit?" (¿se puede visitar?), preguntaba un crucerista mientras su mujer fotografiaba la ría de Avilés desde la pasarela del puerto con pocas ganas de "encerrarse" en un museo. "I'd like to have breakfast on a terrace" (me gustaría desayunar en una terraza), confesaba ya a la altura del paso de Larrañaga.
La mayoría de los viajeros -700 cruceristas a bordo más 400 tripulantes- decidió recorrer Avilés a pie, bien en solitario, bien en rutas guiadas. Otros grupos optaron por participar en excursiones en autobús a otros puntos de la región. Hasta media tarde, cuando el "Braemar" hizo sonar su sirena a modo de despedida, los británicos recorrieron Avilés de punta a punta con la ventaja de iniciar el recorrido a pocos metros de la plaza de España. La presencia de turistas se hizo notar rápido en la ciudad: cafeterías, en primer lugar, y bares y restaurantes después se llenaron de cruceristas. También notaron la llegada del buque "Braemar" algunas tiendas que comercializan productos asturianos como queso, fabas -todo un descubrimiento para los "british"- o sidra, y sobre manera los estancos y las administraciones de lotería.
"Vienen buscando la suerte", aseguró la trabajadora de una céntrica administración. Los cruceristas recorrieron calles y plazas principalmente del casco histórico y se mostraron gratamente sorprendidos en la plaza de abastos Hermanos Orbón: algunos no dudaron en fotografiar cajas de fresones o pescados frescos de la rula de Avilés. El buque regresará, de cumplirse las previsiones, el 10 de junio, con escalas previas en Cartagena y Vigo (ese día pasará menos horas en la ciudad, de 8.30 a 16.00 horas, según las previsiones de la naviera).
4.500 cruceristas
El 28 de julio repetirá la ruta de este mes, con llegada y salida a las 8.00 y 18.00 horas. Regresará el 27 de octubre con ese mismo horario, si bien en esa ocasión partirá de Avilés hacia Cádiz. La visita más corta será la prevista para el 12 de septiembre. El "Braemar" prevé amarrar en el puerto a las 8.00 horas procedente de Santander y partir hacia Southampton a las 14.00 horas. El "Braemar" tiene capacidad para 977 pasajeros y 400 tripulantes.
El puerto de Avilés que "pilota" Santiago Rodríguez Vega espera este año la llegada de más de 4.500 cruceristas. Son cinco las escalas confirmadas para este 2019 y todas ellas tendrán como protagonista al "Braemar", el buque con bandera de Bahamas que inauguró este turismo en la ría hace nueve años, el 12 de mayo de 2012.
