El reloj corre en contra de los intereses turísticos y económicos asociados a la Semana Santa de Avilés por culpa de la amenaza de huelga de los trabajadores de Urbaser, la adjudicataria del servicio de limpieza y recogida de basura en el concejo. La presente semana está llamada a ser clave en la resolución del conflicto laboral que enfrenta a la plantilla y a la empresa por la negociación del convenio -el colectivo pide una mejora salarial media de 187 euros mensuales a aplicar en 4 años- y de momento no hay visos de entendimiento; muy al contrario, las dos partes dan por "probable" que la huelga sea una realidad a partir del próximo lunes. La propuesta económica que hizo la empresa la semana pasada -dos años con subidas salariales acordes al IPC y otros dos años con subidas medias de 35 euros- fue rechazada por los trabajadores y éstos aseguran que la interlocución para reanudar las negociaciones "brilla por su ausencia".

La última esperanza está puesta en la reunión que el jueves se celebrará en el Servicio Asturiano de Solución Extrajudicial de Conflictos (Sasec); en caso de que esa mediación fracase, el viernes habrá una asamblea de trabajadores para consultarles si finalmente van a la huelga en Semana Santa. El malestar del colectivo es tan manifiesto que, de llegarse al viernes sin un acuerdo, desde la propia empresa admiten que, entonces, la opción más segura sería que la huelga fuera para adelante.

Lo mismo asegura el presidente del comité de empresa de Urbaser en Avilés, Antonio Quirós (USO): "El cabreo de la plantilla es notorio, y declaraciones recientes como las de la alcaldesa, Mariví Monteserín, recriminándonos por 'pedir lo imposible' no ayudan a calmar los ánimos. Lo único que pedimos es un sueldo digno. Y lo hacemos con la autoridad moral de quienes cobran una media de 850 euros al mes y llevan diez años soportando incrementos de salario ridículos pese a ser las personas que, según reconocimiento general, hemos logrado lavar la cara a las calles de esta ciudad".

Como aperitivo de lo que se puede "calentar" el conflicto de la limpieza, 80 de los 150 trabajadores de Urbaser se concentraron ayer en el Parche con pancartas; corearon consignas, tiraron petardos e hicieron sonar silbatos para hacerse notar y repartieron panfletos para explicar a la ciudadanía el por qué de su reivindicación. "Faltaron los eventuales (que son unas 40 personas) porque saben que si acuden sufrirán represalias de la empresa", manifestó Quirós.

Cambia Avilés (lista conjunta de Podemos e IU), a través de su candidata a la Alcaldía, Tania González, anunció ayer que si gobierna remunicipalizará el servicio de limpieza a través de la Empresa Pública Municipal de Servicios, pues esta opción permitiría la subrogación de la plantilla. Para González, las consecuencias de la privatización de los servicios públicos están siendo devastadoras para los trabajadores, "que perciben sueldos de miseria que les condenan a la pobreza".