El Instituto N.º 5 se transformó ayer como por arte de magia en una sala de oftalmología por la que pasaron cien chavales de 13 a 17 años que se sometieron a la prueba del queratocono con un topógrafo corneal de alta precisión. Detrás de este aparato de luces rojizas, estaba el equipo de la Fundación Fernández Vega, con Luis Fernández-Vega Cueto-Felgueroso al frente, que avanzó que esta ha sido la primera de muchas salidas del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega a las aulas para trabajar directamente con los jóvenes.

En el caso del N.º 5, la visita guarda relación con la entrega por parte de los estudiantes de un cheque solidario por valor de 1.020 euros a la Fundación, que agradeció el gesto impartiendo una charla en el centro educativo y realizando la prueba del queratocono a los estudiantes al tratarse de una patología propia de la adolescencia.

"Saben un montón de oftalmología y hacen muy buenas preguntas", valoró Fernández-Vega, que incidió en la importancia de la prueba del queratocono, que de otra forma se podría explicar como un adelgazamiento de la córnea. Se estima que hay seis casos de queratocono por cada 2.000 personas. "Si no se coge a tiempo puede acabar en un transplante de córnea", manifestó el oculista, que aconsejó a los jóvenes alejar las pantallas de móviles y ordenadores de los ojos y realizar un descanso cada media hora de lectura "mirando al infinito".

Los chavales, coordinados por Ignacio García, se mostraron encantados con la visita. Para los miembros de la Fundación Fernández-Vega decoraron el instituto y participaron en un mercadillo celebrado la semana pasada para recaudar el dinero entregado a la citada Fundación. "La conferencia de Luis Fernández-Vega ha sido muy interesante y espero que otro año seamos nosotros los que vayamos a su Instituto", manifestó Sara Cuetos, de 18 años y de primero de Formación Profesional Básica. Jorge García, del mismo curso, valoró también la experiencia. "Ha sido muy interesante y si bien perdimos recreos por estar con el mercadillo ha merecido la pena", señaló. Sheila Díaz, de 2.º de FP Básica calificó la experiencia de enriquecedora.

Entre tanto, el equipo de Luis Fernández-Vega Cueto-Felgueroso se esmeró en analizar los doscientos ojos jóvenes en busca del queratocono. "Lo normal es que entre cien chavales se detecte un caso", apuntó el oculista que ayer debutaba en las aulas.