El periodista Paco Tomás (Palma de Mallorca, 1967) es miembro del Festival de Cine LGBTIQ que se desarrolla estos días en el Niemeyer. Conversa con LA NUEVA ESPAÑA por teléfono, de vuelta a casa.
-Estos días estuvimos viendo las películas.
- Este festival no solo es cultural.
-Dada nuestra situación todo cuanto hacemos tiene que ser político. Un festival como este tiene que ser obligatorio y tiene que ser fundamental.
- Este, además, es absolutamente público.
-No puede ser de otra manera. Se da la circunstancia de que hemos dejado que lo debería ser público haya dejado de serlo. Venimos de un estado neoliberal que no ha estado pendiente de la gente: de un estado policial a uno que desatiende a los ciudadanos. Lo óptimo es que desde lo público se vele por los ciudadanos a través de las leyes y también de la cultura.
- Hace 41 años era delito ser homosexual en España. ¿Cómo era ese país?
-Horrible. Pero lo que sucedía en España no era singular de España. A día de hoy te ejecutan por tener determinada orientación sexual. Aquel país venía de la ley de Peligrosidad Social y, cuatro años después, las cosas han cambiado bastante, pero es muy importante saber de dónde venimos para saber hacia dónde vamos. Es el modo de no estrechar la mano a ciertas ideologías que nos quieren devolver a esa época. Se estudiará en el futuro el papel que han tenido los medios de comunicación en el resurgimiento de la extremo derecha machista, homófoba y xenófoba. No es respetable que un medio de comunicación dé cobertura a xenófobos de la misma manera que tampoco lo es que haya discusiones sobre si la Tierra es plana o no lo es: eso ya lo hemos superado, como también superamos que los negros se sienten a este o al otro lado del restaurante. No hay que volver hacia atrás.
- El obispo de Alcalá dice...
-... Dice muchas tonterías. Y desde hace tiempo. Es un homófobo que ha actuado como tal muchas veces. La diferencia es que ahora está cometiendo un delito. En la Comunidad de Madrid hay una ley de protección de la identidad sexual y de género. En uno de sus artículos se recoge que las terapias de conversión están prohibidas. El obispo de Alcalá es copartícipe de un delito de odio a los homosexuales. Permite que suceda dentro de su ámbito. En 1990 la OMS salvó el error de incluir la homosexualidad en un catálogo de enfermedades. Estas tesis del obispo son atroces. No entiendo cómo la fiscalía no ha actuado aún contra el obispo de Alcalá.
- ¿Corren parejos el movimiento feminista y el LGBT?
-Cualquier movimiento en favor de los derechos civiles es heredero del feminismo, de aquellas mujeres que gritaron que querían votar. El feminismo es el gran movimiento social de la historia y de él bebemos los demás. Estamos mejor que hace 40 años, faltaría más, pero ¿todo lo bien que deberíamos?
