La efímera estancia de Francisco Álvarez-Cascos al frente del Gobierno del Principado quedará enmarcada para la posteridad gracias a la labor de Amado González Hevia, Favila. El fundador y actual "número dos" de Foro Asturias ha escogido al artista moscón afincado en Avilés desde hace décadas para que le haga un retrato que colgará junto a los de sus antecesores en una sala de la sede de Presidencia, que está ubicada en el número 11 de la calle ovetense Suárez de la Riva. Los trámites para ejecutar el cuadro, que tendrá un coste aproximado de 6.000 euros, ya están prácticamente finalizados. Sólo falta que el autor se ponga manos a la obra.
Desde el inicio del actual período democrático, es una tradición que un gobierno autonómico saliente, como el actual del PSOE, proponga al anterior presidente la posibilidad de inmortalizar su imagen con un retrato. Un ofrecimiento que llegó hace unas semanas a Álvarez-Cascos. El veterano político, como han hecho hasta ahora todos los exlíderes de ejecutivos regionales (Vicente Álvarez Areces se decantó por una fotografía), aceptó la propuesta y escogió a Favila para la tarea. El plazo de ejecución del cuadro, de un tamaño de 60 por 80, es de un mes. El fundador de Foro, que fue el máximo responsable del gabinete del Principado entre julio de 2011 y mayo de 2012, aparecerá de medio cuerpo y, en principio, deberá posar para el autor en un lugar y momento aún por determinar.
Favila es uno de los creadores más populares de Asturias. Pintor y escultor de dilatada trayectoria, se convirtió hace tiempo en un demandado retratista. Sus pinceles han dado forma a rostros como el del actual arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes. También ha "puesto cara", entre otros, a todos los presidentes de la Escuela de Artes y Oficios de Avilés, donde ejerce como docente. El encargo de Álvarez-Cascos no ha cogido por sorpresa a los allegados del artista, que estuvo vinculado a Foro, hasta el punto de que figuró como candidato en una lista de esta formación al Congreso de los Diputados.
Antonio López
El retrato de Favila no será el primero para Álvarez-Cascos en calidad de representante público. El político cuenta con otros que están vinculados a su larga etapa en el PP. Uno se realizó para recordar su paso por los cargos de vicepresidente y ministro de Presidencia en el Gobierno de José María Aznar. Mucho más polémico resultó el encargo que se hizo al pintor manchego Antonio López con motivo de la estancia de Álvarez-Cascos en el Ministerio de Fomento. Aquella obra se presupuestó, a mediados del año 2012, en 165.000 euros más IVA (unos 190.000 euros en total). Numerosas dirigentes de diferentes formaciones censuraron con dureza que las arcas del Estado destinaran esa cantidad de dinero a un asunto de estas características cuando la crisis económica golpeaba con mayor dureza a España. Finalmente, el Ejecutivo central decidió aparcar el proyecto debido a esas críticas.
