El plan de la Isla de la Innovación lleva siendo fuente de debates desde hace más de una década, sin que hasta ahora haya dado sus frutos. Los vaivenes económicos y políticos y la falta de concreción de un proyecto para eliminar la barrera ferroviaria mantiene en el aire un desarrollo llamado a cambiar la imagen de los terrenos que rodean el Centro Niemeyer y la zona de Divina Pastora. Ahora, en un nuevo paso, los redactores acaban de finalizar un documento en el que dividen en tres fases su ejecución y no de una sola vez, como sucedía en el anterior documento, para que sea más factible su posterior desarrollo.

La primera fase, y más viable, es la que afecta a unos 30.000 metros cuadrados de los 525.000 que ocupa el ámbito y que estará destinada a ampliar el parque científico y tecnológico de Avilés: permitirá la instalación de nuevas actividades vinculadas a las innovación en las inmediaciones del Centro Niemeyer. Esas parcelas ya se podrían poner a la venta en unos cuatro años. La segunda fase mezcla usos tecnológicos y residenciales -en el área de Divina Pastora- y la tercera es la recuperación de los terrenos que están en torno a las actuales estaciones de tren y autobuses. Sus plazos son más difusos.

El documento se ha redactado tomando como referencia el proyecto de soterramiento del tren a su paso por el parque del Muelle ideado por los técnicos municipales. Para que pueda llegar a ser una realidad, es necesario realizar una revisión del plan general de ordenación urbana, su documentación ambiental y el plan especial que desarrolla la nueva la Nueva Centralidad. La idea que tiene el Ayuntamiento es poder tramitar toda esta documentación a la vez que se redacta el estudio informativo de integración ferroviaria para ir adelantando tiempo -tiene un plazo de ejecución de 24 meses-. Pero tiene que ser el Ministerio de Fomento el que dé la autorización. Esa será una de las primeras negociaciones que tendrá que realizar el próximo gobierno local con el nuevo Gobierno estatal. Si el Estado no permite esa tramitación paralela, la gestión del plan de la Isla se demoraría, al menos, otros dos años, lo que a su vez retrasaría la posibilidad de contar con parcelas para la instalación de empresas.

La fase uno de la Isla de la Innovación incluye el desarrollo de 30.000 metros cuadrados en las inmediaciones del Niemeyer. Se habilitarán parcelas para nuevas empresas tecnológicas e innovadoras. Incluye una nueva conexión con el parque empresarial "Principado de Asturias" con el objetivo de reducir el tráfico por el puente Azud y, además, está prevista una vía de acceso a través de viario público al muelle de cruceros y al Centro Niemeyer. En esa primera fase no hay afecciones relacionadas con el desarrollo del tren o cambios urbanísticos significativos, por lo que sería "factible" llevarla adelante sin problemas. Solo se tienen que poner de acuerdo el Ayuntamiento con Sepides, propietaria de los terrenos afectados.