La procesión de la Borriquilla lucirá hoy por las calles del centro de Avilés con todo su esplendor. Las previsiones del tiempo indican que los cofrades de Nuestro Padre Jesús de la Esperanza podrán volver a procesionar el paso que representa la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén en la primera gran cita de la Semana Santa de Avilés. La copiosa lluvia y el fuerte viento impidieron el año pasado la salida del paso, una auténtica desilusión para los cofrades que hoy miran al cielo aliviados.

La plaza de Carlos Lobo acogerá, a partir de las 11.45 horas, la bendición de los ramos y, a continuación, saldrá de la iglesia de San Antonio de Padua la procesión, que bajará La Ferrería y recorrerá La Muralla, Pedro Menéndez, la plaza de La Merced, La Cámara y la plaza de España para regresar al templo por La Ferrería.

Encabezará la comitiva la banda de tambores de Nuestro Padre Jesús de la Esperanza, seguida de cofrades (muchos descalzos en señal de penitencia), miembros de la orden seglar y niños y niñas con sus palmas vestidos a la usanza hebrea. El paso es un conjunto escultórico tallado en madera policromada en 1955 en Santiago de Compostela por los artesanos Rodríguez y Puente. Es propiedad de la orden Franciscana Seglar de Avilés. Consta de varias imágenes: Jesús a lomos de una borrica, una borriquilla a su lado (que da nombre popular a la procesión del Domingo de Ramos), los apóstoles San Juan y San Pedro en los laterales traseros y dos niños en la parte delantera. Reposa junto a la capilla del Carmen de San Antonio de Padua.

El emblema de esta cofradía es la cruz con dos palmas, una a cada lado, que simboliza el principio y el fin de la Pasión de Cristo. El hábito de los cofrades está compuesto por túnica de viyela blanca, capirote de raso verde con el emblema, zíngulo del mismo color, guantes y calcetines blancos, y zapatos negros.

Los cofrades de Nuestro Padre Jesús de la Esperanza también protagonizan la segunda procesión de la Semana Santa de Avilés, la de Jesús Cautivo, que si el tiempo lo permite partirá mañana de la iglesia de San Antonio de Padua a las nueve menos cuarto de la tarde con el paso de Jesús de Medinacelli.